Cristina Kirchner habló una hora en Comodoro Py: «Me pueden meter presa, pero no me van a callar»

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Luego de presentar un escrito ante el juez Claudio Bonadio, que la investiga en una causa por la venta de dólar a futuro, la ex presidentaCristina Kirchner encabezó un acto frente a los tribunales de Comodoro Py. Habló durante una hora, tiempo en el que cuestionó por igual al gobierno deMauricio Macri y a la Justicia, y convocó a un «gran frente ciudadano».

«Me pueden citar veinte veces. Me pueden meter presa, pero no van a hacer que deje de decir lo que pienso», desafió Cristina, en el mismo tono discursivo que usaba cuando era jefa de Estado. Su paso por los tribunales de Retiro fue breve: entró a la sede judicial poco antes de las 10 y, tras dejar un escrito, recusar al magistrado y negarse a contestar preguntas, salió para apostarse en un escenario que montó los organizadores de la marcha.

«Gracias por este regalo que me dan de bienvenida», fueron las primeras palabras de la ex jefa de Estado ante la multitud de militantes que se congregaron en las inmediaciones de la sede judicial. Había subido al escenario a las 11 junto al ex juez de la Corte Eugenio Zafaroni.

Cristina Kirchner habló una hora en Comodoro Py: "Me pueden meter presa, pero no me van a callar"
Cristina Kirchner habló una hora en Comodoro Py: «Me pueden meter presa, pero no me van a callar».
«No se preocupen por mí. Ustedes saben que voluntaria y explícitamente renuncié a tener fueros. Tengo los fueros del pueblo»

Banderas de agrupaciones como La Cámpora, Nuevo Encuentro, JP y Kolina -entre cientos de otras- se mezclaron con ex funcionarios kirchneristas y actuales legisladores del bloque que responde a la ex presidenta.

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Al comenzar su discurso, Cristina Kirchner repitió algunos pasajes del escrito que dejó en el despacho de Bonadio -y que publicó en su Facebook-, donde se comparó con Hipólito Yrigoyen y Juan Perón. Pidió a los militantes que «no vean» su citación como «un ataque a una persona» y que «recuerden» que su caso no es «el único de una ex presidenta perseguida».

Acusó al actual Gobierno y la Justicia de avanzar en su contra. «Es imposible que haya tantos atropellos sin la complicidad del poder judicial», consideró sobre su citación y su reciente imputación -el sábado pasado- en una causa por lavado de dinero. «Si pudieran prohibir la letra K del vocabulario, lo harían», dijo, mientras los militantes cantaron contra el presidente Mauricio Macri.

Varias veces interrumpió su discurso para tomar agua e incluso para mostrar una camiseta que le regalaron -según contó- empleados del Poder Judicial. «Si tardé un poco más [en salir de tribunales] fue porque me saqué con muchos de ellos fotos en el pasillo», relató a viva voz.

«Yo soy el obstáculo», se consideró. «Como decía ayer una señora, que pedía que me habiliten de por vida para ocupar cargos públicos. La proscripción otra vez en la Argentina. Qué poco originales», ironizó.

Dio un tiro por elevación a Macri, que esta mañana encabezó un acto en Salta, y apuntó contra los medios: «Los que querían llevarnos al mundo nos han llevado, estamos en todas las tapas de los medios internacionales, menos en los de Argentina. Aquí, una vez más, los medios de comunicación también ocultaron los desmanes e intentan tapar el sol con las manos».

Cuestionó los despidos en la administración pública, los aumentos en los servicios públicos, la reducción de remedios gratuitos en el PAMI y no dejó de pasar el escándalo de Panama Paper, donde se conoció que Macri tuvo una sociedad offshore: «Los que estaban buscando la ruta de dinero K se encontraron con la ruta de dinero M».

«Conformen un gran frente ciudadano donde se pregunte [a la gente] si le está yendo mejor o peor que antes»

Cristina Kirchner

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Le pidió al Presidente «que respete al 51 por ciento que lo votó». «Hay un gobierno que no cuida a los argentinos», acusó.

Parada como líder política, Cristina Kirchner propuso «conformar un gran frente ciudadano» opositor al gobierno macrista. «Conformen un frente donde no se le pregunte a nadie a quién votó, en qué sindicato está o si es trabajador o jubilado -convocó ante la militancia-. Que sólo se le pregunte cómo le está yendo, si mejor que antes o peor. Ese es el punto de unidad de los argentinos: reclamar los derechos que les han arrebatado».

Pidió, incluso, convocar a los dirigentes sindicales -«A esos que nos hacían huelga», dijo- y propuso «una gran jornada de reflexión nacional de 24 horas» sin televisión ni diarios. «Cada uno introspectivamente con su familia, donde piense cómo estaba antes del 10 de diciembre, como vivió los últimos 12 años», señaló.

También le mandó un mensaje a los legisladores del FPV y a los que se alejaron del bloque en las últimas semanas, aunque pidió «no insultar» cuando los militantes cantaron contra Diego Bossio. «Hay partidos políticos con aspiraciones para el futuro. No nos fijemos sólo adentro. Fijémonos en los que dicen una cosa en los medios y hacen otro en el Congreso. Las instituciones exigen y la democracia exige que cada uno represente el voto que lo llevó a esa banca. Si nos fijamos en el que dio un paso al costado y se fue, nos equivocamos», admitió.

«Es importante unirse», aseguró al promediar una hora de discurso. Y, como cierre, arengó a la militancia: «No se preocupen por mí. Ustedes saben que voluntaria y explícitamente renuncié a tener fueros. Se cansaron de publicar que iba a pedir un puesto o un cargo. No los necesito, tengo los fueros del pueblo».