Apenas era un pibe con edad de escuela secundaria cuando lo empezaron a comparar injustamente con Fabricio Oberto. El siguió trabajando desde el silencio y hoy encabeza un joven grupo que debutó en el Sudamericano y, con la banca absoluta de Sergio Hernández, es número puesto para los próximos Juegos Olímpicos. De ello y del crecimiento como jugador y como persona charla el pivote de Obras con Clarín.
-Con 24 años, sos joven pero experimentado en este plantel. ¿Cómo tomás este rol?
“Para la edad que tengo, me tocó jugar mucho con la Selección. Es una responsabilidad y hay que asumirla. Desde mi experiencia por haber jugado ya dos Sudamericanos, puedo aportarle mucho al grupo y espero hacerlo”
-Hernández hace poco dijo que a los chicos se les han pedido cosas para las que no están preparados o que no les corresponden. ¿Te pasa eso?
“Trato de no pensarlo mucho. Puede sonar como excusa pero no es así. Uno trata de mejorar día a día; a veces las cosas salen y otras no. La idea es madurar, encontrar el juego y formarse como jugador. A veces se espera que uno a los 22 años juegue como un veterano o como un tipo de 30 que tiene mucha experiencia encima. Y cada uno tiene sus tiempos…”
-¿Qué significó para vos el apoyo puntual del entrenador ante algunas críticas?
“Mucho. Y se lo agradecí. Eso te hace ver que entiende al jugador. Son muchas cosas que te pasan, fundamentalmente por la cabeza, cuando sos joven. Cuando uno es chico tiene sus días… Pero ese apoyo te da solidez y tranquilidad”
-Compartiste plantel con Nocioni y con Scola. ¿Son consejeros?
“Sí. Y no sólo conmigo sino con todos. Nos aconsejaban no sólo en cuestiones deportivas como el cuidado, el entrenamiento o el profesionalismo, sino que también te hablan de la vida. Ellos dejan una marca en la Selección que para los que venimos atrás es un ejemplo a seguir”
-Prácticamente estás confirmado para los Juegos Olímpicos. ¿Pensás mucho en ese momento?
“Sí Desde que nos clasificamos no dejo de pensar ni de soñar con estar en Río. Pero hay que hacer el esfuerzo de focalizarse en el Sudamericano, que es muy importante y es el torneo en el que tengo la certeza de que voy a jugar, porque ya estoy acá. Aunque por ahí pasa inadvertido al lado de los Juegos, es un torneo muy lindo y demanda la responsabilidad de vestir la camiseta argentina”
-¿Se percibe la bajada de línea del cuerpo técnico, en este caso con Casalánguida, de privilegiar el desarrollo de esta nueva generación por sobre el resultado?
“Sí. Nos hablan mucho de que somos un equipo joven y tenemos que encontrar una forma de trabajo, conocernos, y que eso sirva para cultivar algo de cara al futuro. Eso es lo más importante, más que una posición determinada. Si se puede ser campeones, genial, pero lo primordial es afianzar un grupo de jóvenes que encuentren una forma de trabajo que les rinda y sirva a futuro”
Después de dos temporadas con un rol creciente en Obras, Delía siente que llegó el momento de dar un paso más allá: “La idea es irme al exterior. Es lo que hablé con mi representante al finalizar la temporada. Si no sale nada, escucharé ofertas en Argentina, pero me siento bien y con muchas ganas, que es lo más importante para tomar una decisión así. Creo que es el momento adecuado”.
Nota de Mauricio Codocea (Clarin).
