Estudio de la evolución en las propiedades químicas en la Cuenca del Salado.

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Según describen los profesionales del Instituto “la Cuenca del Salado bonaerense, típicamente ganadera, ha incorporado la agricultura en sus mejores suelos”, mientras que “la concentración de la ganadería en suelos de menor aptitud, motivó la siembra de cultivos para producir forraje y granos, desconociendo la sustentabilidad de esos ambientes”.

 

 

Dado que el análisis de los suelos permite determinar su dimensión productiva y cómo los mismos han evolucionado ante los cambios registrados en los sistemas agrícolo – ganaderos, referentes de la Estación Experimental Cuenca del Salado han realizado un estudio con el objetivo de “evaluar la evolución en las propiedades químicas en suelos bajos de la región, a partir de una experiencia con tres rotaciones: agrícola, mixta y ganadera intensiva, manteniendo como testigo el campo natural”.

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La acción de investigación contempló que tanto “las propiedades químicas del suelo como el potencial de hidrógeno (pH), la conductividad eléctrica (CE), la capacidad de intercambio catiónico (CIC) y el porcentaje de sodio intercambiable (PSI) afectan la disponibilidad de nutrientes y la actividad de los microorganismos del suelo, alterando el crecimiento vegetal”.

 

El trabajo se llevó a cabo en el Partido de Ayacucho, sobre un lote dominado por un suelo “bajo dulce” (Natracuol típico serie Guido 50% y Ayacucho 30%), con 20% de “bajo alcalino” (Natracualf vértico serie Cherforó). Para su ejecución “se planificó un ensayo a 6 años, en franjas, con 3 repeticiones”. En base al relieve y a los datos de suelos se fraccionó el lote en 4 tratamientos de aproximadamente 15 hectáreas, con 3 tipos de suelo geo-referenciados (bloque A y B en Natracuol y bloque C, Natracualf). Los tratamientos fueron: el campo natural y las rotaciones: agrícola, mixta y ganadera intensiva (CN, RA, RM, RG, respectivamente) y los cultivos durante la experiencia “se realizaron en siembra directa en secuencias (Cuadro 1).

 

Durante los 3 primeros ciclos, 2011/12, 2012/13, 2013/14, “se muestreó anualmente el horizonte A (hasta 12cm) para determinar: pH, CE (mmohs/cm), PSI (%), CIC (meq/100gs suelo), en el Laboratorio de Análisis de Suelos de la E.E.A Balcarce del INTA.

 

El estudio permitió verificar que “el pH, la CE y el PSI, presentaron diferencias significativas entre ciclos y tipo de suelo, pero no entre tratamientos” (Cuadro 2). La CIC mostró interacción tratamiento* ciclo y efectos puros debidos al tipo de suelo (Figura 1). Según los técnicos del INTA “las diferencias entre tipos de suelos eran esperables, dado que se fijaron los sitios de muestreos contemplando la aptitud del suelo, siendo el Natracualf (bloque C) el que presenta mayor pH y CE, clasificado como moderadamente alcalino y ligeramente salino, y sódico (> 15% PSI), con una menor Capacidad de Inercambio Catiónico”. Por su parte “los Natracuoles (bloques A y B) son neutros a  ligeramente alcalinos, y sin salinidad a muy ligeramente salinos, y no sódicos, con mayor capacidad de retención de nutrientes”.

 

Los profesionales a cargo del estudio notaron además que “el incremento en potencial de hidrógeno, la conductividad eléctrica y el porcentaje de sodio intercambiable entre ciclos, podría ser un efecto de deterioro del suelo, por la presencia de suelo desnudo y por pisoteo de la hacienda, entre cultivos,  verdeos e incluso Campo Natural intensamente utilizado, que provocaría una mayor evaporación con ascenso de sales, determinando la salinización o alcalinización en superficie”. También “podría deberse a la secuencia de inundaciones y sequías que comúnmente afectan estos ambientes, y alteran temporalmente los parámetros de suelo”. En ambos casos los profesionales del INTA señalan que “el exceso de sodio en el suelo desestabiliza y colapsa el sistema de poros, y afecta la movilidad del agua del suelo, la infiltración y la disponibilidad de agua para las raíces”.

 

Según las observaciones “los tratamientos presentaron escasas diferencias en potencial de hidrógeno, la conductividad eléctrica y el porcentaje de sodio intercambiable” y en base a los registros los técnicos mencionan que “el Campo Natural y la Rotación Ganadera quedaron en una fracción del lote con mayor proporción de suelo sódico (PSI >15%)”, (Figura 1).

 

 

La capacidad de intercambio catiónico “presentó diferencias entre tratamientos según los ciclos” (Figura 1). El Campo Natural “mantuvo estable los valores de capacidad de intercambio catiónico entre ciclos (Figura 2), y las rotaciones mostraron valores superiores en el primero, disminuyendo significativamente en el segundo y tercer ciclo”. Las menores capacidad de intercambio catiónico en las rotaciones manifiestan “un empobrecimiento del suelo, con menor disponibilidad de nutrientes para la planta”. La menor capacidad de intercambio catiónico “estaría relacionada con el aumento en el potencial de hidrógeno, la conductividad eléctrica y especialmente el porcentaje de sodio intercambiable”, observada en el trabajo.

 

 

 

Con el trabajo los técnicos del INTA Cuenca del Salado pudieron determinar que “el potencial de hidrógeno, la conductividad eléctrica y el porcentaje de sodio intercambiable evolucionaron negativamente, lo que podría ser un efecto conjunto del uso del suelo y eventos de sequía/inundación naturales en ambientes de la Cuenca del Salado”. Asimismo observaron que “la disminución en la capacidad de intercambio catiónico en las rotaciones durante el 2°ciclo, evidenciaría los primeros síntomas de degradación y fragilidad de estos ambientes al intensificar la producción en base a cultivos anuales”.

 

El seguimiento contó con el apoyo del propietario, asesores y personal del Establecimiento La Payana; referentes del CREA Región Sudeste y el financiamiento del Proyectos Regionales con Enfoque Territorial (PRET) Cuenca Centro de la EEA Cuenca del Salado del INTA.