El Dr. Ricardo Galliani el primer Argentino que visito al Dr. Albert schweitzer en África

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“Le pedí al Dr. Roberto Pisani médico que presta sus servicios en la localidad de Del Carril ( Pdo.De Saladillo) que me describiera al hombre y me escribió que una mañana soleada de invierno previo al Centenario de nuestra ciudad, llego a Saladillo, ciudad que no conocía y luego de pasar por la casa del Dr. Guillermo Hansen(a la sazón Presidente del Circulo Médico), se dirigió a la Clínica Saladillo, con el objeto de saludar a su Director. Me sigue comentando el Dr. Pisani que la Srta. “Toto” Zuloaga lo anuncia y en minutos es recibido por el Director de la Clínica. Me lo describe de esta manera: “Me encuentro con un hombre alto, elegante, vestía camisa y un largo guardapolvo desabrochado, me recibe con una amplia sonrisa que inspira confianza, me explica cómo trabajan y me hace conocer la Clínica. Su conversación revela una vasta cultura que había adquirido a través de la lectura y de los viajes por el mundo, así como sus conocimientos de la práctica de la medicina, siendo un referente de los más jóvenes, en diferentes ramas como pediatría, traumatología o tisiología. Su charla mostraba elocuencia y pasión en el tema que trataba, tanto sea un tema médico o cuando se refería al cruce del desierto del Sahara, o al incursionar en política, era referente del partido Socialista Democrático…” Así me lo describió al hombre. Pero quién es el hombre? El hombre se llamaba Ricardo José Galliani y había nacido el 23 de julio de 1915, y era hijo de Pedro José Galliani y Teresa Magdalena Daubain. Mientras cursaba el Colegio Secundario se había convertido en admirador del filósofo, teólogo, músico y médico alemán (misionero médico en África) nacionalizado francés Albert Schweitzer quién en 1952 obtendría el premio Nobel de la Paz. La labor humanitaria de Schweitzer en Africa incidió para que una vez terminado el secundario Galliani ingresara en la facultad de Medicina de la UBA, en la mitad de sus estudios médicos en la UBA entre 1937 y 1941, llego a ser ayudante en el Instituto de Fisiología Humana del Prof. Dr. Bernardo Houssay, quién en 1947 obtendría el Premio Nobel de Medicina (Fisiología). El 4 de enero de 1945 termina el Doctorado en Medicina siendo su Tesis: “Quemaduras en Niños”, las prácticas las realiza en el Hospital de Niños Expósitos y en el Hospital Durand. Ricardo Galliani tiene definido radicarse en el interior de la provincia de Buenos Aires, y luego de un breve paso por la ciudad de Monte, se establece en Saladillo comenzando con la atención privada de pacientes en febrero de 1946. En 1952 es designado Jefe de Servicio de Clínica de Varones en el Hospital Dr. Posadas. En 1957 mediante concurso accede a la Jefatura del Centro de Profilaxis y Tratamiento, hasta 1976 en que pasa a ser Medico Consultor en Tisioneumología del Hospital Dr. A. Posadas. En 1962 había recibido el título de Médico Tisiólogo Universitario en la UBA. A partir de 1972 se desempeñó como médico de reconocimiento psicofisiológico de la Dirección de Aeronáutica. En 1973 fue Sub- Director del Hospital Dr. Posadas. En 1978 fue designado Presidente de la Sociedad de Tisiología y Neumología de la provincia de Buenos Aires. En 1981 el Colegio de Médico de la Provincia de Buenos Aires le otorga el “Premio al Médico” el mismo le fue entregado por la Dra. Alicia Moreau de Justo. También fue Director de la Clínica Saladillo. Entre 1952 y 1968 se había desempeñado como Secretario del Circulo Médico de Saladillo, y la presidencia del Circulo Medico local la ejerció desde 1968 a 1991, habiendo sido promotor de la construcción de la sede de la entidad. Fue profesor del Colegio Nacional Anexo Comercial “ “Manuel Pardal” y desde 1969 presidio la Asociación Cooperadora concentrando todos sus esfuerzos en lograr la construcción del edificio propio cosa que se logró, y es el que actualmente ocupa la Escuela de Educación Media n° 2”Manuel Pardal ( Ex Colegio Nacional) sobre la Av. Pereyra entre Av. San Martín y calle A. de Toledo. Empecé refiriéndome al Dr. Ricardo Galliani como” el hombre” porque quise y quiero darle una dimensión superlativa, tuve la sensación de que estaba ante la presencia de un gigante, ciertamente lo fue, era uno de esos hombres que aparecen de tanto en tanto en la vida de una comunidad para dejar su sello. Siendo yo presidente del Club Estudiantil del Colegio Nacional, en el año 1973 lo invite a dar una charla sobre Drogodependencia la misma se llevó a cabo en la Biblioteca y compartió la mesa-debate con un joven sacerdote el Padre Miguel Ostertag, que hacía poco tiempo había llegado a nuestra ciudad y el Señor Horacio González Figoli, gerente del Molino SICSA. Lo que me llamaba la atención en el Dr. Ricardo Galliani era la pasión con la que hablaba de sus viajes por el país y por el mundo y la admiración que tenía por el Dr. Albert Schweitzer. Era atrapante su relato cuando se refería haber subido al Monte Fitz-Roy y visitado el ventisquero Perito Moreno cuando solo se lo podía acceder al lugar a caballo, o el cruce de la Cordillera de los Andes a lomo de mula junto a su esposa o la travesía por el Desierto de Sahara. En marzo de 1962 un reportero llamado Roberto Firpo de una revista de alcance nacional denominada “La Gran Revista de América VEA Y LEA” llego hasta Saladillo para reportear al Dr. Ricardo Galliani quién había sido el primer argentino en llegar a Lambarené (Gabón-África)donde el Dr. Schweitzer estaba realizando misión médica humanitaria y había creado un Hospital. El Dr. Galliani le comenta al cronista: “Todos me preguntan lo mismo: por qué fui primero al África y no a Europa o los Estados Unidos. Para un turista esforzado como yo, África ofrece más posibilidades de deslumbramiento que cualquier otro lugar del mundo. Y por si fuera poco, allí esta Schweitzer…En mi vida nada deseé tanto como conocerlo; ver de cerca lo que él ha hecho y hace en alivio de los que sufren. “ . El Dr. Galliani le comenta al reportero que había sido candidato a Intendente por tercera vez en nombre del Socialismo Democrático en el año 1958, el mismo Galliani dice al periodista:” Y como estaba previsto, de nuevo fui derrotado”, en esa oportunidad había resultado electo el Sr. Carlos Antonio Arróspide de la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) y el Dr. Alejandro Armendáriz quién luego fuera Gobernador había sido candidato a Intendente por la UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo). En el momento en que el cronista de la revista “VEA Y LEA” le realizaba la nota, el Dr. Galliani estaba encabezando una colecta nacional junto a médicos, intelectuales y artistas cuyo destino era el Hospital de Lambarené en la selvática Republica de Gabón que dirigía el Premio Nobel de La Paz 1952. El Hospital había sido creado por Schweitzer en 1913, sobre la margen norte del Río Ogoue, a 250 km de la desembocadura en el Golfo de Guinea. Era tal la admiración que Galliani tenía sobre el Nobel de la Paz que lo definía:”como la personalidad no-política más grande del siglo, junto con Gandhi”. El Dr. Ricardo Galliani para encontrarse con el Dr. Albert Schweitzer hizo un largo recorrido entre 1959 y 1960 pasando por Marruecos, Argelia, Tunéz, el Sahara, la Republica de Chad, Nigeria, Camerún y el Congo. Así se refiere a ese momento:” Viajé por el África a “dedo” y solo, sin más compañía que las ocasionales, las imprescindibles para poder trasladarme de un lugar a otro, en camión o en lo que fuera. No quería morirme sin conocer a Schweitzer” y agrega que el cruce del Sahara fue la aventura más gran grande que le toco vivir, no solo porque debió tomar contacto con los más extraños tipos humanos, sino porque es en el Desierto del Sahara” donde el hombre se enfrenta al más imponente espectáculo de la desolación”. En Lambarené ,Galliani tomo rápidamente contacto con Schweitzer y así se refirió a su encuentro con el Nobel de la Paz:” cuando me presenté a él me dijo que era el primer argentino que visitaba Lambarené. Y poco después, al enterarlo de que un grupo de escolares de Saladillo le enviaba un cajón de juguetes para los niños asistidos en el hospital, hizo traer un diccionario geográfico, y cuando hallo la provincia de Buenos Aires, con un lápiz rojo subrayo fuertemente el nombre de nuestra ciudad”. Galliani relata en la nota que en ese hospital no solamente asisten a los indígenas, sino a los enfermos de raza blanca llegados de zonas muy alejadas del lugar. Y aclara:” Allí no se hace medicina social. No pidamos eso. Nosotros constituimos un país civilizado y sin embargo tampoco la practicamos. Pero desde el punto de vista estrictamente asistencial, el de Lambarené es tan tanto o más eficaz que cualquiera de nuestros modernos hospitales. Allí no faltan drogas ni algunos de los elementos de que a veces carecemos nosotros.”Galliani dicto varias conferencias sobre la labor de Schwitzer en África en la facultades de Veterinaria y Agronomía de la UBA, en el instituto Bernasconi,en la Universidad del Sur en Bahía Blanca. Me dijo cierta vez el Dr. Galliani que él quería ser Intendente de Saladillo para llevar a la practica desde la comuna las ideas sociales en favor del prójimo que había asimilado de Albert Schweitzer, recuerdo que al última vez que lo intento fue en 1973,en esa oportunidad fue consagrado Intendente de Saladillo el señor Ariel Horacio Delía. El Dr. Galliani fue un viajero incansable siempre se proponía grandes objetivos en todos los órdenes, recuerdo que en el año 1975 muchos vecinos de Saladillo desfilamos por su casa (por entonces sobre la Avda. Rivadavia en la cercanía del actual Museo) para despedirlo cuando en una casilla rodante junto a su familia iniciaba un viaje para unir Saladillo con Alaska lo que logro concretar. Soñó como ya me he referido con el edificio del Círculo Medico y lo concreto, soñó también con el nuevo edificio del Colegio Nacional y también se concretó. Muchos saladillenses recordaran el gran termómetro frente al viejo edificio del Colegio Nacional (sobre la Avda. Belgrano)que señalaba como iban aumentando los recursos para su construcción. Fue un hombre de sueños y de acción y también solidario y generoso, lo que demostró con una importante donación personal a la biblioteca Bmé. Mitre para que construyera su Salón Auditorio que hoy lleva su nombre. Cuando recurrí a un colega para que lo describiera lo hice en el convencimiento de todos tanto el Dr. Pisani, como otros que fueron sus contemporáneos y los más jóvenes visualizaban en el no solo un buen profesional, sino a un maestro de la medicina en el ámbito local. Cuando describí sus logros profesionales y sus distinciones ( lo que lo honraban y nos honraban a nosotros al mismo tiempo) intente rescatar su constante afán de superación y su compromiso con la medicina para ponerla al servicio de sus semejantes. Cuando relate y referencie parte de la travesía para llegar hasta el Dr. Albert Schweitzer que se encontraba misionando en África y aspectos de su encuentro con el Nobel de la Paz,lo hice en el convencimiento de poner en valor la condición humana del Dr. Ricardo Galliani. Schweitzer entre otros conceptos había sostenido:”” La Palabra “humanidad” quiere significar que el hombre debe conducirse humanamente con el prójimo y que debe tratar de ser humano, no justamente por un mandato ético, sino porque la conducta humana es parte de nuestra naturaleza….La única esperanza en el futuro para el ideal de la humanidad…es vencer al ideal inhumanidad”. Galliani buscaba en el Nobel un espejo donde mirarse y lo encontró. Cuando mencione su participación en las instituciones locales y en su vida política fue para graficar su amor a Saladillo su Patria Chica adoptiva. Cuando me réferi a mis encuentros con él era para referenciar que me había encontrado con un “gigante”. Saladillo lo ha considerado y lo considera uno de sus hijos dilectos. En 25 de octubre de 1946 se había casado con Nelli Esther Baquero su compañera entrañable de toda su vida y con quién tuvo cuatro hijos: Ricardo Rubén, Jorge Ronald, Carlos Alberto y Eduardo Guillermo. Sin duda alguna el Dr. Ricardo Galliani no solo fue un convecino más de nuestra comunidad, fue una de sus personalidades relevantes que dejo un legado importante para la ciudad: su historia de vida, su aporte comunitario desde la medicina y desde la vida institucional, y fundamentalmente nos regaló su espíritu emprendedor y soñador que deberemos recatar siempre. El 2 de junio de 2001 su vida termino y partió a la inmortalidad. Ricardo Galliani siempre estará volviendo a nuestro recuerdo y es bueno que cada tanto lo rescatemos, como a muchos hombres y mujeres de nuestra comunidad que ya no están, porque lo que han significado y siguen significando para nuestro querido Saladillo. Sin duda alguna Ricardo Galliani ha sido y es uno de nuestros Ciudadanos Distinguidos que nuestra ciudad ha tenido porque ha incorporado en su espíritu y en su acción la SALADILLEIDAD eso que yo defino:” como ese impulso vital que nos impulsa a soñar y realizar grandes cosas para nuestra comunidad”

Carlos Antonio Gorosito – Ex – Intendente Municipal Saladillo 17 de Noviembre de 2017