Hasta una impresora en una boca de tormenta

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Si el agua acaba con los caminos, ¿qué no hará con los intestinos? , reza una vieja refrán. Lo cierto es que vecinos de las calles Sojo y Rossi de Saladillo reclaman desde hace tiempo la limpieza de la boca de tormenta en el lugar. Animales muertos, telgopor, juguetes plásticos, cassette y hasta una impresora se observan dentro del lugar…eso sí, desde lejos, ya que el olor nauseabundo que emana de dicha boca es insoportable y desagradable.