Solari Yrigoyen: procer y martir del radicalismo, un demócrata con mayúsculas

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“El jueves 16 de noviembre llegue puntualmente a las 12 hs del mediodía a su domicilio de la Avda. Santa Fe al 1200 (tal como habíamos convenido) para reunirme y charlar de política con un RADICAL RADICAL, no es redundancia es la reafirmación de una pertenencia a una ética, a una doctrina, a un conjunto de convicciones populares y democráticas. Llegue a la casa de HIPOLITO SOLARI YRIGOYEN: Un Prócer del Radicalismo y Sobrino nieto de otro Prócer Hipólito Yrigoyen y sobrino bisnieto nada más y nada menos que de Leandro Alem. Siempre he admirado a H. Solari Yrigoyen, siendo dirigente de Juventud Radical de Saladillo lo invite y vino a dar una conferencia sobre «Caso Aluar» fue en la década del 70 cuando él era Senador de la Nación. Hipólito S. Yrigoyen nació veinte 20 días después de la muerte del ex Presidente Yrigoyen, su tío abuelo. Me cuenta Hipólito (llamaré así de aquí en adelante a Solari Yrigoyen) que su tío abuelo iba a ser su padrino de bautismo y cuando advirtió que podría morir antes de su nacimiento pidió que el hijo de su sobrina llevase su nombre y que el padrino fuese su hijo Eduardo Yrigoyen Campos y que le entregasen en su nombre un poncho cuando Hipólito cumpliera 18 años. De manera que Hipólito nació el 23 de julio de 1933,su madre era Elida Yrigoyen Bonorino( hija de Martín Yrigoyen ,hermano del ex Presidente) y su padre era Cecilio Solari. Hipólito me hace saber que su padre era hijo de una familia conservadora de Corrientes, pero que Cecilio era militante radical y reformista. Curso sus estudios primarios y secundarios en el Colegio del Salvador, siendo Medalla de Oro de su promoción. En la Universidad Nacional de Buenos Aires obtiene el título de abogado y luego el de doctor en Derechos Y Ciencias Sociales. Y más tarde en la Sorbona (París) el Diploma de Estudios Superiores en Economía. No estoy intentando a hacer la biografía de Hipolito, ya que hay mucho escrito sobre él, solamente al pasar algunas referencias a su trayectoria y mi impresión personal sobre su figura humana y política. Sin duda alguna es una de las figuras más valiosas no solo del radicalismo sino de la política argentina. Desde mi temprana juventud lo escuche con atención y leía sus escritos y sus discursos en el Congreso de la Nación. Entre 1973 y 1976 yo acompañaba en sus viajes políticos a la Capital Federal al Dr. Alejandro “Titán” Armendáriz y luego de las reuniones íbamos a cenar uno de los lugares a los que concurríamos era el Restaurant “El Globo” que todavía existe ( calles Hipolito Yrigoyen y Salta) en la mesa estaban junto a Raúl Alfonsín entre otros Raúl Borrás( El Flaco),Mario Abel Amaya, Titán e Hipólito y yo escuchaba con atención los análisis políticos que ellos hacían. Como se podrá notar yo era un espectador privilegiado en la mesa de algunos notables del radicalismo como las figuras que he nombrado. Este año Hipólito ha cumplido 84 años, pero también el 21 de noviembre se cumplió el 44 aniversario del primer atentado que sufrió. Aquel mediodía del 21 de noviembre de 1973, hace 44 años, el por entonces Senador Nacional que tenía 40 años encendió el motor de su Renault 6 en la cochera del primer piso del garaje de su casa, en Marcelo T. de Alvear 1270. Una bomba colocada en el auto le destrozó las piernas y no lo mató de milagro. Aparecía en escena la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), un grupo creado al amparo del poder de turno por el entonces Ministro de Bienestar Social, José López Rega e integrado por policías retirados, militares y matones a sueldo, que sembró el terror a fuerza de amenazas y crímenes, triste prólogo de la historia sangrienta que completaría la Dictadura Cívico-Militar desde 1976. La entonces vicepresidente de la Nación María Estela Martínez de Perón, fue a visitarlo a la Clínica donde estuvo internado en compañía precisamente de López Rega,que ironía!!!. En Abril de 1975 sufrió otro atentado de la Triple A en su casa de Puerto Madryn pusieron dos bombas una estallo causando graves destrozos en su casa y la otra no funciono, no lograron el cometido de asesinar a Hipólito. Ya en plena dictadura Cívico- Militar fue secuestrado y desaparecido el 17 de Agosto de 1976, junto al abogado y dirigente radical Mario Abel Amaya, ambos fueron llevados a Bahía Blanca, donde fueron torturados en un centro clandestino conocido como “La Escuelita”. La presión internacional generó que fueran “blanqueados” y puestos a disposición del Ejecutivo. Fueron trasladados al penal de Rawson, donde siguieron las torturas contra Hipólito y Amaya.
Los tormentos provocarían un deterioro insalvable para la salud del Doctor Amaya, quien fallecería en Octubre de 1976 en la Cárcel de Devoto, en Buenos Aires. Hipólito sería liberado y expulsado del país en Mayo de 1977 y estaría forzosamente exiliado de la Argentina hasta el retorno de la democracia. Mi visita a su actual domicilio fue no solo para reitérale mi admiración, sino para testimoniarle mi reconocimiento a todas sus luchas que no han sido pocas, y han estado siempre al servicio de los intereses populares y de la democracia. Hay pocos radicales como Hipólito. Sigue siendo un luchador, sigue siendo un soñador y por sobre todas las cosas sigue siendo un militante. Mientras tomamos un café nos cuenta y digo nos cuenta (dado que yo estaba acompañado por Carlos Félix Iparraguirre y Juan José Fernández) que él era admirador de Ricardo Rojas, quien fuera Rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1926 y 1930 y autor entre otras innumerables obras de “El Radicalismo del Mañana” y dice con orgullo que Rojas lo consideraba uno de sus mejores discípulos. También recuerda que dado que Raúl Alfonsín vivía en Av. Santa Fe al 1600(lo separaba de su casa unas pocas cuadras) iba a muchos actos junto con él luego de que dejo de ser Presidente con la inseparable compañía de Daniel Tardivo (quién fuera el custodio fiel de Alfonsín hasta sus últimos días). Hipólito durante su vida tuvo muchas distinciones, la última “Doctor Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Entre otras cosas al recibir las distinción dijo:” Integro un partido que en la Argentina ha sido un símbolo y un ejemplo de la democracia realizada. Toda mi vida estuve con él, dentro de él, me afilié a la edad primera que estaba autorizada, y he seguido siempre en sus filas, respetando sus ideales y también, por qué no decirlo, sus principios y sus sueños y utopías. Me incorporé, como acabo de recordarlo, casi desde niño, y no lo hice por mis vínculos familiares, sino por mis propios ideales,” a lo que agregó: “Mi partido tiene mártires, que dieron la vida, y a los que yo quiero rendir homenaje: recuerdo en este momento a Sergio Karakachoff, Mario Abel Amaya, el capitán mercante Gándara, Angel Pizarello, no quiero olvidar el nombre de muchos otros.” Resaltó entre estos mártires a Mario Abel Amaya con quien lo unen muchas coincidencias, ya que fueron parte de la misma generación, abogados ambos, fueron defensores de presos políticos, pero lo que más los ha unido fueron “las luchas conjuntas”, sobre lo que relató: “Él y yo fuimos secuestrados por la dictadura militar el mismo día: él en Trelew, y yo en Puerto Madryn. Estuvimos desaparecidos juntos, sufrimos crueles tormentos en esos días. Los de Amaya se amainaron porque un médico militar prohibió que se lo siguiera torturando porque él sufría de asma. Amaya, precisamente por su enfermedad, no pudo resistir ese trato cruel e inhumano que nos dieron los militares en ese entonces. Yo tuve la suerte de que en ese momento tenía buena salud y pude sobrevivir. Pero recuerdo la última vez que nos encontramos, después de haber estado desaparecidos, por la presión internacional se nos hizo reaparecer, pero no se nos puso en libertad, quedamos presos, y Amaya fue brutalmente asesinado, porque él no podía resistir el castigo físico del que fuimos objeto. La última vez que lo ví, lo encontré en el baño de la prisión, y le dije “cómo estás petiso”, porque era el sobrenombre que le dábamos, y él me dijo “mal, muy mal”, ese es el último recuerdo. Cuando él murió yo no pude ir al entierro porque estaba preso. Sufrí una larga prisión, nunca fuí acusado de nada ni juzgado por nadie, pero en la cárcel me habían fichado, textualmente, como delincuente o terrorista de máxima peligrosidad. Yo no recuerdo ni de niño haber usado una honda para matar pajaritos, jamás he usado armas ni cosas por el estilo, siempre he sido un hombre de paz.”

Hipólito expresó que se siente orgulloso por “haber sido perseguido por una dictadura infame”, especialmente por haberla combatido. Consideró importante recordar que “la democracia no llegó del cielo ni por casualidad: llegó porque hubo una generación que luchamos para reconquistarla.” Hablamos de Hipólito Yrigoyen (su tio abuelo),de Raúl Alfonsín, de Crisologo Larralde y del partido Radical, ese radicalismo que no debe perder su identidad. Nos hizo una confesión” me arrepiento de haber votado la ley de amnistía en 1973” . Le pregunte porque se fue a vivir a Chubut, nos dijo porque desde chico viajaba con sus padres a la zona cordillerana y les gusto el lugar. Las charlas tiene un principio y también un final, llego el momento de irnos ya habíamos conversado bastante. Hipólito vive en un séptimo piso, pero la biblioteca donde escribe está en la planta baja hacia allí nos dirigimos, ascensor mediante, en el lugar nos mostró recuerdos de Don Hipólito(entre ellos una marca para la hacienda),el cuadro con la foto oficial de la presidencia de Yrigoyen (en el Comité de Saladillo hay una similar) libros, recuerdos familiares y de su abuelo Martín Yrigoyen y hasta una documentación que refiere a un antepasado de Federico Pinedo(actual presidente provisional del Senado),se trata de una tarjeta del 9 de julio de 1894 donde el por entonces Intendente de Bs.As Dr.Federico Pinedo envía una medalla recordatoria de la inauguración de la Av. de Mayo. Nos dijo voy a tener que llamarlo a Federico para dársela. Como siempre encontré en Hipólito un hombre de paz y sobre todo un RADICAL con mayúsculas. Hipólito hoy: tenemos DEMOCRACIA, Usted lucho para que no nos la arrebataran, Usted lucho para recuperarla, y ya llevamos 34 años de Democracia y llegaremos a 100 años de Democracia, como pregonaba Raúl Alfonsín. Usted lucho, además de Soñador Usted es un hombre de Lucha y un nombre en nuestras luchas, al decirle Gracias por lo que hizo y sigue haciendo le dedico esta expresión de Bertolt Brecht:”

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.” En esa categoría de hombres se encuentra Usted Hipólito. Usted es Prócer y Mártir de la UCR”. Carlos Antonio Gorosito Ex – Intendente Municipal de Saladillo, Ex -Presidente del Comité de la Pcia. de Buenos Aires de la UCR, 21 de Noviembre de 2017.