Los trabajadores, que realizaban labores vinculados a la producción de leche y crianza de vacas, no poseían ropa de trabajo adecuada, trabajaban más de 8 horas diarias, no tenían días de descanso, y pagaban de su bolsillo los gastos de la finca. Además, las condiciones habitacionales de sus viviendas, situadas dentro del campo, eran precarias.
Cabe destacar que, una vez finalizado el operativo, el encargado del tambo cerró la tranquera de salida con un candado y cruzó un tractor del lado de afuera, para no dejar salir a los agentes, según él, por orden de la dueña. Finalmente, luego de un par de horas de dilaciones, los empleados del RENATRE (ex Renatea), pudieron abandonar el lugar, y el episodio se agregó a las actuaciones legales iniciadas por el Registro.
