Era el único de los cinco imputados que había llegado libre al juicio. Cuando los guardias se dieron cuenta de sus intenciones se abalanzaron sobre él, pero ya era tarde. En el hospital San Martín lo recibieron con una hemorragia abundante y, después de suturas y curaciones, recién por la noche lograron estabilizarlo.
Al igual de Figueroa, Javier y Osmar Mansilla, Eduardo Morales y Juan Cruz Lojo llegaron al banquillo de los acusados por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal y tentativa de homicidio”.
EL CASO
Agustina Giménez tenía 14 años cuando la atacaron. La madrugada del 24 de noviembre de 2012, cinco hombres se la llevaron por la fuerza de un parque, en Saladillo, y fueron con ella hasta un monoambiente a 20 metros de ese lugar.
La violaron y le pegaron hasta que su cara quedó casi irreconocible. La menor estuvo tres días internada en un centro de salud y después, por la gravedad de su estado, la trasladaron al Hospital de Niños de La Plata, donde permaneció en coma durante dos meses.
Volvió a su casa después de ese tiempo pero ya nada era igual. Tuvo una regresión en su personalidad por la que debieron volver a enseñarle a comer, a caminar y a hablar. Durante el juicio, pudo declarar ante cámara Gesell y reconoció ropa perteneciente a los imputados.
