
Instituto se impuso en el primer partido de las finales ante Boca. De esta manera, La Gloria se robó la localía y puso el 1 a 0. Uno de los mejores jugadores del equipo de Lucas Victoriano fue el joven Alex Negrete. El nacido en Alvear terminó con 18 unidades en el elenco ganador. Una vez finalizado el encuentro, charlamos con él.
– A ver, imagino que cuando uno encara una final se olvida de lo anterior, pero hacía un año que no le ganaban a Boca. Ocho partidos perdidos desde entonces. ¿Pesaba eso? Vos no estuviste en todos, pero sí en la mitad.
“Sí, sin duda. No estuve en todos, pero estuve en la mitad y duele, la verdad. Duele saber que no podés ganarle a un rival directo. Te pesa, claro. Pero hoy hicimos un grandísimo trabajo. Los diez jugadores que entramos cumplimos, respetamos el plan de juego y salió a la perfección”.
– En esos 8 partidos no habían podido ganarles. ¿Qué hicieron tan distinto hoy? Más allá de lo que se vio en la cancha.
“Creo que ajustamos muchísimo la intensidad defensiva. Antes los respetábamos demasiado. No nos atrevíamos como en otros partidos. Hoy encaramos la final como somos nosotros: decididos, confiando en el equipo, en cada uno. Y así es como tenemos que jugar el resto de la serie”.
– Yo no sé si se puede decir que sorprendieron a Boca con la defensa, pero en parte sí: los doblajes, los atrapes… Ese factor sorpresa tiene fecha de vencimiento. ¿Van a tener que volver a ajustar?
“Sí, seguro. Nosotros tenemos una filosofía clara: ser agresivos al balón, con o sin atrapes, romper bloqueos, incomodar siempre. Esa es la idea que nos bajó Lucas y todo el cuerpo técnico desde la pretemporada. Podrán cambiar algunas reglas, pero la intensidad defensiva no se negocia. Eso lo vamos a mantener”.
– Primera final en tu carrera. Tus números fueron altísimos. Lo mismo para Lee. ¿Se imaginaban un arranque así?
“La verdad, no. La encaramos con todas las ganas, con las mejores expectativas. Estábamos con mucha ansiedad de jugar una final, vinimos a Instituto a intentar consagrarnos campeones, lo que no se pudo el año pasado. Lo tomé como un partido más, sin darle demasiadas vueltas en la cabeza, porque eso te juega en contra. Por suerte, salió todo bien, y qué mejor que eso”.
– ¿Por qué creés que se dio tanto el juego para vos?
“Como se me dio a mí, se le puede dar a cualquiera. Tenemos manos goleadoras en casi todas las posiciones. Casi nunca se repiten las figuras en nuestro equipo, siempre va cambiando. Hoy me tocó a mí, pero mañana puede ser cualquier otro de los chicos. Tenemos gol por todos lados”.