A 87 años del derrocamiento de Yrigoyen

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“El 6 de septiembre de 1930 debe estar en la antología de las fechas más nefastas de nuestra querida Patria. Ese día se derrocaba al Presidente Hipólito Yrigoyen, el primero elegido democráticamente en el país en 1916 y luego en 1928. Con ese derrocamiento se sustituía la voluntad popular y Argentina paso a ser gobernada por minorías elitistas. No solamente se violentaba el orden institucional y se avasallaba la Constitución, se ponía un dique de contención a las conquistas populares, se violaban los derechos humanos y se diseñaban políticas económicas que perjudican al pueblo y estando al servicio de intereses extra- nacionales. El golpe Cívico- Militar de 1930 inauguraría una sucesión de golpes en nuestro país cuyas consecuencias todos conocemos. El más reciente en nuestra menoría es el golpe Cívico-Militar iniciado el 24 de marzo de 1976. Hoy se sucederán las declaraciones de correligionarios de todo el país recordando en el repudio el golpe del 30, también hablaran políticos, historiadores, periodistas y cuanto ciudadano esté interesado en la historia y la vida política de nuestra Patria. Supongo que habrá coincidencia mayoritaria en su repudio. Pero que hubiese pasado si los sectores del privilegio, que hicieron cumplir a nuestras Fuerzas Armadas el rol de fuerzas de ocupación de nuestro propio territorio, no hubiesen derrocado a Yrigoyen: seguramente el gobierno que encabezada Yrigoyen hubiese sido reemplazado por otro de distinto signo o del mismo signo político pero elegido por la voluntad popular. Estaríamos arribando hoy a 101 años de Democracia en forma interrumpida. Se hubiesen alternado en el gobierno del Estado Argentino distintos partidos algunas veces con orientaciones a tomar medidas políticas y económicas que favorecieran al conjunto de la sociedad pero que pusieran el acento en los sectores más desprotegidos y postergados de la misma y otras veces por gobiernos más conservadores o centristas, pero en cada instancia electoral hubiese sido la mayoría circunstancial de cada momento la que marca el rumbo del país. Cuando no se está de acuerdo con lo que un determinando gobierno está haciendo en el país, se debe buscar la expresión política que canalice nuestras aspiraciones y brindarle el apoyo en el acto electoral. La historia no se puede volver atrás, el golpe de 30 ocurrió y desde ese momento muchas cosas nefastas pasaron en el país. El 6 de septiembre de 1930 que como dije debe estar inscripto entre las fechas más nefastas de la historia del país, pero hay otra fechas a diferencia de esta que deben estar inscriptas en la antología de las más memorables que hacen a la historia grande del país ,fechas tan importante como el 25 de Mayo de 1810 o el 9 de julio de 1816,y no se me censure la comparación, esas fechas a las que me estoy refiriendo son el 30 de octubre y el 10 de diciembre de 1983. Y son estás últimas fechas de la antología alegre del país porque el 30 de octubre de ese año el pueblo elegía a su presidente y el 10 de diciembre asumía la conducción del Estado Argentino reinaugurando para todos los tiempos la Democracia en la Argentina. Que este 6 de septiembre de 2017 nos sirva para reflexionar sobre el perjuicio que significaron para el país todos los golpes cívicos-militares, el rol del pueblo en la recuperación de la Democracia y de los militantes políticos democráticos, naturalmente rescatar la figura emblemática de Hipólito Yrigoyen no solo como el primer presidente elegido democráticamente que tuvo el país, sino como el hombre que defendió la soberanía nacional, que evito entrar en guerras ajenas, que se demostró fiero en la defensa de los intereses del país, que impulso una amplia reforma educativa sancionando la Reforma Universitaria, creando universidades y fundando escuelas, impulsando una renovación que se extendió a todos los planos del país, tratando a los hombres más poderosos de la tierra y a los más humildes como sus iguales, defendiendo al conjunto social, buscando la armonía necesaria pero manifestando una y otra vez su preferencia a los pobres, logrando un liderazgo moral en América y propiciando siempre que los problemas del país se solucionarán a través del sufragio,fue Yrigoyen el que encabezó las luchas para conseguir el voto secreto, universal masculino y obligatorio. Yrigoyen siempre será una bandera en nuestras luchas. Esta fecha también nos debe llevar a reflexionar que NUNCA MAS debe haber un avasallamiento de las instituciones democráticas, que NUNCA MÁS se deban crear las condiciones para que un Presidente elegido Democráticamente por el pueblo deba dejar el gobierno antes de que se cumpla el periodo por el cuál fue elegido. Solo el pueblo y únicamente el pueblo a través del sufragio es el que pone y saca a los gobernantes. Con el derrocamiento de Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930 se consumó un tremendo crimen político: se MATO A LA DEMOCRACIA y con ello se inició un ciclo de decadencia y de marginación del pueblo en nuestro país, con la interrupciones periódicas del orden institucional y la proscripción de fuerzas políticas. Pero como siempre el pueblo dijo basta y 53 años después del golpe septembrino del 30 encabezado por el fascista Uriburu ,en 1983 el pueblo reinstalo para siempre y en la figura de Raúl Alfonsín la democracia para todos los tiempos para trabajar todos los días e intentar que nuestra Patria tenga siempre como objetivo lograr aquello que los constituyentes de 1853 nos señalaron en el Preámbulo de nuestra Constitución:” … constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino; invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia …” de las actuales y futuras generaciones depende de que así sea” Saladillo 6 de septiembre de 2017, Carlos Antonio Gorosito Ex -Intendente Municipal Ex -Presidente del Comité de la Pcia de Bs.As de la UCR.