Educación=Celeste + Verde + Blanco

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Por: Luis Nagare

Miles de personas, en su mayoría mujeres, estuvieron gestando marchas identificadas con pañuelos celestes y verdes en pos del  tratamiento del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

La ultima marcha – acampe del 10 al 11 de diciembre que coincidió con el tratamiento en la Cámara de Diputados, fue prolija, las líneas divisorias estaban claras, y por primera vez en mucho tiempo, dentro del recinto los legisladores (incluyo ambos géneros)  debatieron sanamente, mostrando sus posturas, argumentando con racionalidad.

Es decir, como no ocurre siempre, hablaron y votaron  según su conciencia, no según el mandato que les da el partido al que representan. Lo cual es sano, máxime, si utilizaron el mandato de sus representados; no olvidemos el Art. 22 de la Constitución “El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes”.

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En mi opinión, fue un buen debate el que se dio, para tratar un tema que nos guste o no, afecta a la totalidad de las

Clases sociales, sin identificar situación económica, ni la formación intelectual, ni su filosofía de vida ni su pensamiento religioso; los embarazos no deseados existen, y los abortos también.

A quienes hemos sido educados bajo un entorno religioso Judeo Cristiano, se nos presentan debates internos cuando nos hacen ver que en ambos lado del debate hay razones profundas, que exigen racionalidad y pragmatismo al momento de decidir nuestras posturas.

Claro, que si bien el tema es serio, me pregunto si era oportuno. ¿Era realmente prioritario?.

Veamos, 44% de pobreza, el 64% de los niños y jóvenes viven en hogares pobres, los jubilados padecen  esta situación de sus vidas con la jubilación mínima y un gobierno, que no sé con qué interés, quiere hacerles creer que el 5% de aumento les mejorará la calidad de vida. El aumento al personal de Sanidad del 7%, siete por ciento, a quienes han dejado sus vidas y partes de sus vidas para atender a sus comunidades  habiendo salvado a miles de argentinos. 

El manoseo de la esperanza de la gente en el tema de la vacuna (ver mi opinión publicada el 25/9).

Negocios cerrados, que podemos verlo en nuestra ciudad, y miles de PyMES cerradas, que provoca un alto índice de desocupación.

 Nuestros chicos, desde Jardín hasta la Universidad, sin clases presenciales y funcionarios Nacionales y Provinciales que nos quieren hacer creer  que, prácticamente, no se ha perdido nada porque los chicos han estado “conectados”. 

Tendrán que hacerse cargo en algún momento de los trastornos que sus políticas han  generado;  no solamente desde lo cognitivo sino de lo Psicológico, desde lo afectivo, al hacer perder clases a nuestros chicos como en ninguna otra parte del mundo. Jóvenes excelentes como alumnos, abrumados, saturados; más pequeños que han vuelto a orinarse en la cama, y otras manifestaciones que los afectan. ¿Cómo, no era que los únicos privilegiados eran los niños?.

Pareciera que a estos gobiernos de científicos (Nacionales y Provinciales) se les agotó el crédito telefónico porque no han podido llamar a algún Psicólogo amigo para preguntarles como ven la cosa.

Y en el medio de todo esto, el tratamiento del Aborto no punible, o de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Aunque extemporáneo, el debate dejo algo subyacente, más allá de la  aprobación o no de la ley que debemos aceptar y respetar según dicten las mayorías. Me refiero a que en ambas posturas, Verde y Celestes, surge la necesidad de la “educación” para evitar la existencia de embarazos no deseados y el posterior desenlace con abortos legales y o ilegales.

Pero hablando de Educación, de lo cual conozco un poco sin ser un experto, observemos como es la educación en Latinoamérica comparada con el resto del mundo:

Referencias: M: Matemática; L: Lengua; C: Ciencias

Para Latinoamérica se tomaron datos de: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay. Para

Asia Pacifico: Taipei-China, Hong Kong-China, Macao-China, Shangai-China, Japón, Singapur, Corea.

 Fuente: CIPPEC, sobre la base de OCDE, PISA 2012.

Si bien los datos son de 2012 a la fecha no han cambiado mucho.

Claramente se observa que los peores resultados están en nuestro continente. En parte es debido a que el PBI de Latinoamérica es el más bajo de la muestra tratada.

Por ejemplo, en Europa Occidental (Bélgica, Austria, Alemania, Francia, Italia, España, Irlanda, y otros) se invierten anualmente por cada alumnos una cifra cercana a los 12.000 dólares, mientras que en nuestro continente y con igual paridad cambiaria esa cifra es de 2.000 dólares. 

“Mal de muchos, consuelo de tontos”, pareciera ser el paradigma de algunos funcionarios, sosteniendo entonces que las evaluaciones como PISA y otras no sirven, y son “estigmatizantes”. Sin embargo, si analizáramos los resultados solo de nuestro continente,  países como Uruguay, Chile o Perú ha obtenido mejores resultados que la Argentina en algunas áreas. Solo en lo que hace inclusión nuestro país está mejor que el resto,  en forma relativa, por el alto índice de repitencia  y abandonos.

 ¿Sirve la inclusión sin resultados que favorezcan a nuestros chicos en cuanto al aprendizaje, en una civilización en donde ellos son Ciudadanos del Mundo y no de nuestras pequeñas ciudades o de nuestras provincias?.  Buena Pregunta.

Pasará esta Pandemia y volveremos a lo mismo.

En este dislate de apostar al Huevo o la Gallina (invertir o no invertir), ¿no nos convendrá apostar a la Gallina?, porqué hace años venimos apostando al Huevo y los resultados son una tortilla como menú único.

Quizás con el mismo esfuerzo de marchas de Verdes, Celestes, y de los que no tienen colores, varones y mujeres, en definitiva progenitores de nuestros chicos actuales y  futuros  ¿no debiéramos debatir acerca de la educación?

La educación es un Bien Público que otorga el Estado a sus ciudadanos, no lo otorga  un Gobierno de Turno,  tampoco un Sindicato cuyo lema es “la Educación en nuestra manos”, tampoco grupos económicos que propician desinvertir en Educación, ni movimientos religiosos mayoritarios, u otros  grupos de poder,  que pareciera que ven con agrado un pueblo sin educación, quizás, porque es más fácil de manejar.

Escuelas que enseñan como pensar, y no a pensar;  formación docente  con un 30% de personas que eligen la docencia como fuente de trabajo y no como una vocación trascendente (por suerte un 70% tiene un interés vocacional superlativo), sueldos docentes deprimidos, las clases que nunca comienzan en termino,  y otros males para debatir y solucionar con consensos políticos y sociales; participativos y abiertos para que los ciudadanos se expresen.

¿No será momento de un Nuevo Congreso Pedagógico?, corrigiendo en todo caso,  lo que se hizo mal en aquel Primer Congreso organizado en el Gobierno Democrático y Republicano del Dr. Alfonsin en el año 1984.