Hace unos días nos dejaron Benito y Cayetano Morena.

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“El hombre no vive solo sino que convive con sus semejantes, de manera que las alegrías y las tristezas las comparte con el prójimo, también los triunfos y las derrotas-. Cuando alguien logra algo en la vida es porque también ha tenido la colaboración de los que están muy cerca de uno y también de otras personas de la comunidad que hacen su aporte, su contribución. Con algunos vecinos de mi comunidad me siento deudor: no de bienes materiales o valores pecuniarios sino con deudas de gratitud por el apoyo que he recibido de ellos en determinados momentos de mi vida. En el año 1990 me lance al inmenso desafío de ser Intendente Municipal de nuestra querida ciudad. Era por entonces Diputado Provincial, tenía amigos y una bicicleta para realizar la campaña y así lo hice. El Intendente de aquel entonces del Dr. Francisco Ferro (UCR también como yo) apoyaba junto a todo su equipo de gobierno la Candidatura del Sr. Armando Collada. A mí se me hacía difícil abrir un local para convocar al trabajo a quienes pudieran simpatizar con mi candidatura. Porque siempre la gente es remisa a mostrarse con el retador (con el que no tiene el gobierno, lo afirmo como una generalidad ya que hay excepciones). Entonces decidí ver a quienes me podían acompañar en tan grande desafío, localizarlos por barrios o zonas de la ciudad y que me ayudaran a convencer y visitar afiliados y luego a repartir la boleta para el día del comicio interno. Fue así que entre muchas personas que me ayudaron vi a dos hermanos que por ese entonces tenían 69 y 67 años respectivamente, me estoy refiriendo a un hecho 27 años atrás. El primero de ellos había sido empleado durante muchos años de la cooperativa Agrícola Ganadera de nuestra ciudad, el otro tuvo un comercio en la esquina de 12 de Octubre y Mitre por más de dos décadas hasta los años 80. Dos personas muy queridas en nuestra comunidad, con solo verlos, con intercambiar algunas palabras con ellos, cualquiera que tuviera la oportunidad de un dialogo con estos queridos vecinos, podían definirlos” como muy buenas personas”. Parece esta una definición simple pero no lo es, porque buenas personas lo parecemos todos, pero en la realidad los que lo son verdaderamente dejan para los demás grandes valores. Estos dos hombres repartieron mi boleta y me ayudaron en la medida de sus posibilidades a que yo fuera Intendente por primera de nuestra querida ciudad. Y lo hacían porque consideraban que yo podía serlo y por el afecto que me tenían. Entonces como no recordarlos, como no dejar plasmado en un escrito mi eterno agradecimiento. Después de ser Intendente varias veces tuve oportunidad de charlar con ellos, siempre estaban preocupados y ocupados ambos por los demás, demostrando el cariño y afecto por sus hijos y muy particularmente por sus nietos que para ambos formaban parte irrenunciable de sus vidas. Estás personas a las que me estoy refiriendo fueron en vida Benito y Cayetano Morena. Dios los convoco a su lado en estos días de septiembre. El primero que recibió el llamado del Supremo Hacedor fue Cayetano de 94 años el 11 de septiembre y poquitos días después el 14 de septiembre a los 96 años fue llamado Benito Gregorio. Parece que el Señor ha querido que los hermanos estuvieran siempre juntos y ahora en la Patria Celestial. Estas son palabras de gratitud para dos buenos vecinos, para dos buenas personas, para dos queridos correligionarios. Para dos hombres que amaron a su familia, a su ciudad, a su partido político y que en su momento pusieron su granito de arena para que yo fuera Intendente. Gracias Benito, Gracias Cayetano por siempre!!!” Carlos Antonio Gorosito Ex – Intendente Municipal, Saladillo 18 de septiembre de 2017.