Los jardines del Palacio

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El paisajista despeja la fachada del palacio para que nada manche su belleza pero a su vez, la realce, con esa sensibilidad del artista que permite hacer brillar aún más la estrella.

En General Alvear, todo el pueblo muestra orgullososu Palacio Municipal, inaugurado el 23 de febrero de 1930 por el Intendente Pastor Umaran, aún sin jardines a su alrededor, resplandeciente en su blancura.

En 1931, a pedido del Comisionado del Pueblo don Carlos Rojo Jurado, el Ing. Alberto Robles del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia envía a la Municipalidad una copia heliográfica del Proyecto de Jardines confeccionado por la sección a su cargo para “los terrenos adyacentes al nuevo edificio de la Intendencia Municipal”.

En ese momento, el Ingeniero resaltaba la dimensiones “un tanto reducidas que nopermiten el despliegue de mejores recursos decorativos y la elección de la flora forestal o de adorno” que debía “mantenerse dentro de la variedad arbustiva y de medio fuste”.

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El ingeniero refiere que no obstante ello, sugiere la base de un fondo intenso de follaje que permita “se destaque la línea elegante de la notable arquitectura del edificio” por la que se empleó algunos árboles de mayor desarrollo.

La dificultad de las limitadas extensiones no permitía las “pelouses” de verdes brillantes por la que dibujan “una serie de canteros de razonable extensión pero que permitirían a un jardinero convertirlos en artístico corbeille”, una hermosa canasta de flores en francés.

¡Difícil no embarrar la cancha como dicen mis paisanos ante tantas dificultades! El ingeniero Robles aconseja realizar un estudio minucioso del jardín porque éste debe convertirse en el complemento obligado del edificio respetando su estilo, aclarando que “el estudio debe ser muy cuidadoso dado que el más mínimo desvío de concepto o insignificante descuido en el detalle, decretarían el total fracaso en la composición”.

Poco queda del diseño original de los jardines del Palacio Municipal de General Alvear, pero sí quedan las sugerencias inolvidables del Ingeniero  Alberto Robles referidas al cuidado de los jardines en complemento con sus edificaciones.

Carlos Thays, gran diseñador de parques y jardines bonaerenses, deseaba llevar jardines hermosos cerca de los lugares de trabajo, interviniendo cualquier espacio en la ciudad ofreciendo  jardines y parques para aquietan el alma y la mirada, llevando el pensamiento más allá de los problemas cotidianos.

Él afirmaba:“La felicidad anida más en la nobleza de un bosque que en el lujo sin verde. El gusto para los jardines, de cualquier dimensión que sean, es una de las más caracterizadas expresiones del grado de civilización alcanzado por un pueblo». Cuánta verdad…

 

Fuente: Archivo de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”.