María Soledad Ganchegui De García, la ñata, fue una hija adoptiva de Saladillo que nos deslumbró con sus trabajos en tapices

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Por: Carlos Antonio Gorosito

María Soledad Ganchegui

“María Soledad Ganchegui De García, la ñata, fue una hija adoptiva de Saladillo que nos deslumbró con sus trabajos en tapices. sus obras son verdaderos gobelinos franceses. fue una artista excepcional” Carlos Antonio Gorosito.

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“En la Casa Rosada hay un Tapiz restaurado del Gral. José de San Martín. La obra, en la que se representa al Libertador montado a caballo durante el cruce de los Andes junto a su ejército, fue tejida entre 1911 y 1914 por la Manufacture des Gobelins sobre un diseño de Alfred Roll, uno de los artistas oficiales de la Tercera República, y donada por Francia a la Argentina en 1916 con motivo del Centenario de la Independencia. El nombre Manufacture des Gobelins se debe a Jehan Gobelin que crea un taller de tintura en alguna parte del barrio parisino de Saint-Marcel. Algunas décadas más tarde sus descendientes compraron unos terrenos a orillas del río Biévre, de cuyas aguas se decía que tenían magníficas cualidades para la tintura. La propiedad adquiere el nombre de la familia. El rey Luis XIV adquiere la propiedad en 1662, hoy los talleres de la Manufacture des Gobelins están bajo la órbita del Mobilier National, emplean a 30 agentes y cuentan con 15 telares de los que cada año salen entre seis y siete tapices. El Tapiz es una obra de tejido tradicionalmente hecha a mano en la que se producen figuras semejantes a las de una pintura utilizando hilos de distintos colores. También se utiliza la expresión «arte de tapicería», que no debe confundirse con la tapicería entendida como artesanía encargada de tapizar muebles. Un gobelino es un tapiz hecho en la Manufacture Royale des Gobelins de París o una imitación suya. Obviamente que no soy experto en arte y particularmente en el del tapiz, pero puedo afirmar que he visto gobelinos en Saladillo y no fue una ilusión óptica, ni una visión onírica, fue algo real. Quién realizaba los gobelinos en nuestra ciudad era una saladillense por “adopción”, se trataba de María Soledad “Ñata” Ganchegui,que había nacido el 26 de junio de 1927 en Mar del Plata, dado que sus padres Víctor Ganchegui y Rosario Hernández trabajaban en Chapadmalal en las estancias Comalal y Malal Hue. Ñata una artesana y autodidacta en dibujo y pintura se casó con Wenceslao García en 1950 y se trasladó a San Antonio de Padua en el Gran Buenos Aires. Tuvieron 4 hijos, Ana María, Alberto, Luis, militante político desaparecido y asesinado en 1976 y Laura. Desde 1976 en adelante la desaparición forzada de su hijo Luis le causa un dolor muy profundo a ella y a toda la familia. Ñata y Wenceslao no bajan los brazos, no lo bajaron nunca y en forma silenciosa pero tenaz y persistente siguieron la búsqueda de Luis. Su hijo Alberto era funcionario del Banco Credicoop y en carácter de tal llegó a la ciudad de Saladillo en la que se radicaría definitivamente transformándola en su Patria Chica Adoptiva. Saladillo tiene “La Magia” y “El Encanto” de atrapar para siempre a los que viven por un tiempo en la ciudad. En 1993 “Nata” y Wenceslao siguen los pasos de Alberto y se radican en Saladillo y también se sintieron atrapados por la “Magia” y el “Encanto” de nuestra ciudad y se quedaron para siempre. Llegaron con esperanzas y espíritu de lucha ambos, pero también con el dolor eterno por la pérdida de su hijo Luis que les arrebató la dictadura. Ñata encontró siempre una válvula de escape en el arte y los últimos 25 años de su vida la encontraron dedicada a la confección de tapices en lana y yute. Ya había realizado esas obras para varios restaurantes, comercios e instituciones como la AFA en Buenos Aires. Ella confeccionaba los banderines que los jugadores de la selección nacional entregaron en dos campeonatos mundiales en la década del ‘80. Según Alberto: “Su obra más grande en esos años fue un mural de 8 metros de largo por dos metros de altura, para un restaurante, con la imagen de “La última cena” del que, lamentablemente, no quedó registro.” Ñata en nuestra ciudad realizó numerosos tapices artesanales en lana y yute. Cuando ella se instaló en Saladillo yo ya era Intendente Municipal de manera que le encargue numerosos trabajos que fueron obsequiados a distintas personalidades, instituciones y cuando realizaba visitas a otras ciudades o cuando alguien visitaba nuestra ciudad y ameritaba un presente. Recuerdo haberle entregado un trabajo elaborado por Ñata al querido Julio Jorge “Vasco” Olarticoechea en un homenaje que le tributamos oportunamente. El retrato de Eva Perón en tapiz a la ex Directora General de Escuelas Dra. Nora DeLucia. Otro tapiz se lo obsequie al convecino Mario Robledo que vive en una ciudad llamada El Sobrante, en California (EEUU). Le encargue un tapiz con el frente del Palacio Municipal, los Escudos de Saladillo y de la Provincia de Buenos Aires, además de una imagen de Nuestra Señora de Luján y un trabajo alusivo a los 30 años de la Democracia todos deben estar en el Palacio Municipal. En oportunidad del Sesquicentenario de Saladillo se expusieron sus obras en un espacio que se había habilitado a tal efecto. Sin duda alguna Ñata fue una artista excepcional. Hace un mes aproximadamente su hijo Alberto me preguntó por intermedio de Carlos Iparraguirre si yo no tenía fotos de los trabajos de su madre. Le hice saber que tenía un trabajo que le había adquirido para mi domicilio particular. El trabajo lo tituló” Tango Prostibulario” la obra tiene los datos manuscrito por la autora. María Soledad Ganchegui ya no está más en este mundo ya que partió hacia la Eternidad el 22 de marzo de 2019 a la edad de 91 años. Pensé que alguien de la familia debía tener ese trabajo y por lo que días atrás se lo obsequie a su hijo Alberto. No tuve trato frecuente con ella, nuestros encuentros fueron para encargarle trabajos artísticos o en distintos eventos institucionales y particularmente los 24 de marzo donde recordamos la memoria de los desaparecidos entre ellos a su hijo Luis. Siempre he encontrado en ella una mujer de trato agradable que transmitía dulzura y bondad. Con este escrito he querido rendirle tributo a una hija adoptiva de nuestra ciudad que además fue una gran artista.”

Carlos Antonio Gorosito, Ex Intendente Municipal ( 1991-2015), Saladillo 1 de Noviembre de 2021.