Juani Dominguez : «Mirada resultadista»

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Año electoral, lluvia de encuestas y futurología en medio de la inestabilidad.

El termómetro político mide día tras día el clima que nos espera de aquí hasta octubre, un rating de candidatos sumergido en la inmediatez. La creciente incertidumbre política nos tendrá expectantes por lo menos hasta el 22 de Junio, momento en que se cierran las listas y se materializan las ofertas electorales para conducir los destinos argentos.  

El frenesí del «HOY» promueve una samba de volatilidad, especulación, incertidumbre y desconfianza. Dicho esto, propongo alejar la lupa de las encuestas y salir de la estricta foto del presente. El dinamismo democrático y la conducta del electorado argentino van dejando huellas y registros que aportan cuantiosa información. 

Para  comenzar a construir un sentido ecuánime es pertinente, en primer lugar, mirar el historial de performance electoral de nuestros protagonistas y en segundo lugar, cotejarlos en relación a tres variables: edad y trayectoria política, posición en gobierno nacional y liderazgo político partidario.

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CFK tiene su única derrota a los 64 años y en su última presentación, por el contrario Macri es derrotado a los 44 años en el inicio de su carrera. La alineación al oficialismo de CFK coincide con 8 de las 9 victorias, mientras que Macri logró todos sus triunfos siendo oposición. La próxima contienda Ella es oposición y  El maneja los recursos del  oficialismo. Coinciden que ambos lideran sus espacios políticos.

Massa fluctúa alternativamente resultados y posición en el gobierno. El año electoral lo encuentra con 46 años, siendo oposición y sin liderazgo político partidario.

Felipe Solá da muestra de sus derrotas en sus dos últimas presentaciones, alternando permanentemente en su trayectoria la alineación política al gobierno y siendo sugestivo en sus triunfos, ya que fue candidato por PJ, el FPV y del PRO.  Se postula a presidente con 68 años y sin liderazgo político partidario.

Lavagna tiene una única presentación y derrota a los 65 años, se enfrenta a la elección siendo oposición, sin liderazgo político partidario y con 77 años.

Para no hacer un mero culto al personalismo electoral, es apropiado posicionarse en el rol de los partidos y sus alianzas. Con esta guía podemos enunciar que el Kirchnerismo en sus formas de FPV y Unidad Ciudadana, acumula una racha de tres derrotas consecutivas (2013 y 2015 siendo oficialista y 2017 siendo oposición), mientras que Cambiemos lleva dos triunfos seguidos (2015 siendo oposición y  2017 oficialista). Asumir que dicha tendencia es irreversible sería un diagnóstico repentino y miope. La única evidencia histórica que se aproxima a una propensión electoral presidencial es la relación directa con la provincia de Buenos Aires. En el cuadro podemos ver como su peso estratégico está marcado en todos los resultados nacionales.

Año Partido Legislativa en Bs As Siguiente elección presidencial
1987 UCR PIERDE PIERDE en 1989
1993 PJ GANA GANA  en 1995
1997 PJ PIERDE PIERDE en 1999
2001 UCR PIERDE PIERDE en 2003
2005 PJ GANA GANA en 2007
2009 PJ PIERDE GANA en 2011
2013 PJ PIERDE PIERDE en 2015
2017 Cambiemos GANA ¿…………?

Con la excepción de 2009, podemos ratificar que durante 30 años se reitera la siguiente lógica, los oficialismos en elecciones presidenciales repiten el resultado de la legislativa anterior de Buenos Aires. Claro que la fórmula puede fallar, pero confirma la abrumadora relevancia y centralidad bonaerense en toda táctica nacional. Por esto solemos escuchar hablar de disyuntivas tácticas como plan «V» en Cambiemos y de peronismo con Cristina o peronismo sin conurbano bonaerense en el PJ.

Para finalizar hay que agregar un valor elocuente a la relación que existe entre los ciclos políticos y la posibilidad de reelección de sus líderes. El diseño federal electoral con la excepción constitucional de Mendoza y Santa Fe (que no pueden reelegir), muestra una correlación entre las reelecciones nacionales y los cambios de ciclos políticos. Esto nos contextualiza, ya que en 2019 los gobiernos provinciales y la nación van por la reelección. Aquí el gran dato es que las provincias en un 95% efectivizan la continuidad. Esta lectura se manifiesta en el calendario electoral con los desdoblamientos provinciales y la jugada conjunta de alinear la poderosa “triple esfera”; Capital Federal, Provincia de Bs. As y Nación. La estrategia del gobierno parecería ser resultadista, un «siga, siga»; siga provincias peronistas siga Cambiemos en lo nacional.

En lo que va del año se vio como el liderazgo en cambiemos, en manos del PRO, se repliega en el objetivo nacional y cede terreno en las competencias provinciales con las candidaturas radicales. Una apuesta doble donde, si NO gana el Kirchnerismo, gana y, si gana la UCR-Cambiemos, gana. 

Por el lado opositor la reconfiguración inconclusa del peronismo solo ofrece «posibles candidaturas» donde Lavagna, Massa, Sola y Urtubey están planteando una cuestión que tiene que ver con un consenso nacional para salir de la grieta, pero son ellos mismos los que no logran la unidad que predican. Cristina, se ha llamado a silencio y por ahora solo escribe. Silencio que la mortifica y flagela, porque nada le gusta más que escucharse, pero definitivamente es una táctica que le rinde en intención de votos.

La pregunta es: ¿Qué harán los gobernadores ya electos en octubre? Ellos sí que conocen lo que es gobernar con CFC y con Macri. ¿Se pondrán la remera de Ella o calladitos jugarán el “siga siga” de Él?

Falta mucho tiempo y hay mucho en juego, pero no dejemos que el exceso del «HOY» y la polarización del desencanto versus el espanto nos conduzcan a la tensión, los nervios o la excitación. Dejo entonces, un poco de sosiego con datos del AYER puestos en prospectiva.

Por: JUANI DOMINGUEZ