San Martín «El Padre de la Patria»

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Compañeros del Ejército de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer como podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje.» De esa  manera se dirigió el Gral. José San Martín al ejército que se preparaba para cruzar los Andes y dar Libertad a Chile y Perú y para garantizar nuestra propia Libertad. El 24 de marzo de 1816 comenzó a sesionar en San Miguel de Tucumán el Congreso donde el 9 de julio de ese año se iba declarar nuestra Independencia. Preocupado San  Martín por la demora en  sancionar la Declaración de la Independencia se dirige en estos términos al Diputado por Cuyo, Godoy Cruz:

«¿Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia? ¿No es cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y escarapela nacional y, por último, hacer la guerra al soberano de quien se dice dependemos, y permanecer a pupilo de los enemigos? “ Queda en consecuencia duda alguna de cuál era la posición del Libertador sobre la emancipación Americana y de nuestro país? Desde luego que no. Hoy se cumple  167 años de su paso a la inmortalidad. Se dice que los argentinos recordamos  habitualmente no el día de nacimiento de nuestros grandes hombres y mujeres, sino el día de su partida. Será quizás porque ese día nacen para siempre, se hacen inmortales. Sus legados y mensajes se transformar en imperecederos. Y eso es lo que ocurrió con el Gral. José de San Martín aquel 17 de agosto de 1850: Nacía el Padre de la Patria y ciertamente lo es lo es para siempre. No conozco ninguna ley, ningún decreto, ninguna norma emanada de poder legítimamente constituido que le haya otorgado tal condición. Son esos consensos tácitos con que los pueblos consagran  a sus grandes hombres. San Martín  es  además el Gran Americano: sabía que nuestra Patria no podría ser Libre sin la Libertad Americana por eso encabezo la epopeya de los Andes para dar libertad a Chile y Perú. Epopeya que estuvo signada por el sacrificio y la abnegación. Los seres humanos solemos tener cierta cuota de vanidad y de ambiciones personales, el Gran Capitán pensó en América y fue por ello que dejo que el otro Gran Libertador Simón Bolívar continuara con el gran desafío de la emancipación americana, abandonando  cualquier cuota de personalismo o vanidad que pudiera tener. Como Bolívar creía  que los pueblos debían ser Independientes, pero quizás se diferenciaban en que San Martín pensaba que no debían tener tutelaje alguno y cada uno debía definir su propio destino, creía en la autodeterminación de cada Nación. Como solemos mirar con orgullo a nuestros padres de sangre, nosotros debemos volver siempre la mirada hacia el Padre de  la Patria. En los tiempos en que como país  nos debemos enfrentar a muy difíciles momentos o grandes dificultades recordemos que él nos enseñó:” Para los hombres de  coraje se han hecho las grandes empresas” Como ya he dicho en otro  momento sobre la figura del Libertador de nuestra Patria y América:” En tiempos de corrupción y deshonestidad: debemos mirarnos en el Gran Capitán. En tiempos de ambiciones desmedidas y desinterés por el bien común: el Libertador es el ejemplo a seguir. En tiempos en que se pretenda lesionar la Soberanía Nacional con medidas económicas o políticas, el Espíritu Patriótico del Gran Americano nos debe guiar. En momentos en que se puedan intentar afectar los intereses populares debemos centrar nuestra atención en quién fue el Protector de los Pueblos Oprimidos .En momentos en que la Educación Pública y la Cultura quieran ser lesionadas, tenemos que recurrir a los que nos dijo el Héroe de los Andes: “La Biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos” El país hoy y siempre, necesita de hombres y mujeres como San Martín. Todos somos de carne y hueso, tenemos defectos y virtudes y además sabemos que nuestra existencia es finita, por eso al recordar hoy el 167 aniversario de la partida hacia la inmortalidad del Padre de la Patria, quizás podamos esforzarnos un poco para intentar imitarlo en algo. Para que la Argentina ese lugar común que nos cobija a todos sea un lugar de promisión y nos permita a nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos alcanzar un mínimo de Felicidad siquiera!!! Saladillo 17 de agosto de 2017, Carlos Antonio Gorosito – Ex –Intendente Municipal.