Charla debate a cargo de Margarita Gardey en el Museo Saladillo

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La investigación presentada fue parte de los trabajos realizados durante los Seminarios de Historia y Memoria Rural, realizados por la Universidad de Quilmes en nuestro Museo, durante los años 2014 y 2015 . A partir de entrevistas realizadas a antiguos pobladores de nuestro Partido se propone “hacer memoria” sobre los cambios producidos en la vida rural cotidiana, como consecuencia de la implementación del modelo agroexportador.

Dos factores fueron claves en la implementación de este modelo: la expansión de las redes ferroviarias y la obtención de mano de obra para la producción agropecuaria.

 

Los capitales ingleses montaron la infraestructura ferroviaria y portuaria que aseguraba el transporte de la producción de las estancias pampeanas hacia las fábricas británicas. Por su parte, el Estado argentino impulsó una fuerte política inmigratoria para la obtención de la mano de obra.

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Saladillo fue un engranaje más de este sistema diseñado con la precisión de una máquina de relojería. ¿Cómo afectó este sistema la vida cotidiana de los pobladores de nuestro Partido?

El propio ferrocarril fue una fuente de trabajo para muchos de los inmigrantes que se asentaron en la región. La llegada del ferrocarril fue revolucionaria.

El Ferrocarril del Sud, inaugurado en 1884, y el Provincial, inaugurado en 1912, dieron vida a las diferentes localidades rurales del interior del Partido. Gran cantidad de familias se instalaron en torno a las estaciones para las propias actividades ferroviarias, la producción agrícola y la comercial necesaria para la subsistencia de esas familias.

 

Todo este movimiento demográfico se veía intensificado en los tiempos de la cosecha, cuando se hacían necesarios más trabajadores, los que llegaban en el tren por centenares. Los padres e hijos mayores de las familias más humildes se ausentaban en los tiempos de la cosecha, convirtiéndose en trabajadores golondrina. En consecuencia, eran las mujeres y los hijos menores, los que asumían en sus casas las rudas tareas cotidianas de la vida rural.

 

Una ley instrumentada por el Gobernador Crotto, permitía que estos trabajadores temporarios viajasen gratuitamente en los vagones de carga. Esto llevó a que estos hombres fueron denominados “crotos”, a los que el imaginario popular asocia a vagabundos que viajaban con rumbos inciertos. La realidad es que se trataba de hombres que se movilizaban por la necesidad del trabajo.

 

El arribo numeroso de estos hombres a pequeñas localidades como Polvaredas, Toledo, Cazón o Del Carril, tenían un alto impacto en los días de la cosecha.

 

En las décadas siguientes, con la implementación del Estatuto del Peón Rural, esta modalidad de trabajo se modificó y las nuevas tecnologías redujeron el número de trabajadores requeridos para las tareas agrícolas.