
La expresidenta volvió a agitar la interna en el peronismo con críticas al gobernador bonaerense.»La diferencia de casi 14 puntos en la elección del 7 de septiembre operó como un balotaje», dijo.
Cinco días después de la contundente victoria del Gobierno de Javier Milei en las elecciones legislativas nacionales, la expresidenta Cristina Kirchner culpó al gobernador bonaerense Axel Kicillof por la derrota electoral que sufrió el peronismo en la provincia de Buenos Aires al insistir con que «fue un error político desdoblar la elección«.
En un extenso documento que compartió en sus redes sociales, Cristina destacó que «todos los gobernadores peronistas (Ziliotto de La Pampa, Quintela de La Rioja, Jalil de Catamarca, Jaldo de Tucumán, Insfrán de Formosa) ganaron en estas elecciones parlamentarias» y señaló que «la excepción de lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires obedece a un error político al equivocar la estrategia electoral, decidiendo el desdoblamiento«. En rigor, en todas esas victorias electorales que puso como ejemplo, ninguno de los gobernadores fue con el sello de Fuerza Patria.
Argumentó la exmandataria que su oposición al desdoblamiento fue para «no dividir los esfuerzos en dos elecciones separadas por apenas 49 días», y recordó que el 14 de abril pasado, cuando Kicillof tomó esa decisión, le pidió a sus dirigentes en la Legislatura Bonaerense que no acompañen la iniciativa del oficialismo.
También sostuvo Cristina que en ese momento le hizo saber en privado al gobernador que un hipotético triunfo electoral en septiembre «iba a producir un efecto balotaje que permitiría reagrupar a todo el voto antiperonista».
«En privado (por la característica del planteo) también sostuve que adelantar las elecciones de la PBA era muy riesgoso tanto por su peso electoral y su valor simbólico, como porque si se perdía iba a tener un efecto devastador para el peronismo a nivel nacional y si se ganaba iba a producir un ‘efecto balotaje’ que permitiría reagrupar todo el voto antiperonista para las legislativas de octubre», insistió.
Cristina justificó su cuestionamiento a ese desdoblamiento y aseguró: «No me interesa tener razón, me interesa ganar las elecciones; como también se lo dije personalmente al gobernador».
En otro de los puntos de su análisis de la dura derrota electoral del 26 de octubre, Cristina< Kirchner insistió en la idea de que «la diferencia de casi 14 puntos en la elección del 7 de septiembre en PBA, operó como una PASO o balotaje que permitió reagrupar el voto antiperonista«.
«Nada nuevo bajo el sol. Sólo basta recordar el 40% de Macri en las generales del 2019 o el 40% de la suma de Menem y López Murphy en 2003, pese al desastre del 2001 y el fracaso de la convertibilidad. O para los más viejos, en la elección presidencial de 1989, el 38% del candidato radical Angeloz en medio del vendaval de la hiperinflación más violenta y profunda de la que se tenga memoria en nuestra historia», agregó.
Cristina habló del «miedo a una crisis política» y el rol de Trump
La expresidenta, que cumple en San José 1111 la condena a seis años por la causa Vialidad, consideró que «al viejo antiperonismo se le sumó otro factor: el miedo; un actor determinante ante la posibilidad de una crisis política que terminara agravando la ya terrible situación de la gente de a pie».
«Algunos creyeron que si el gobierno perdía la elección de medio término, se caía«, y consideró que ese temor operó «en el marco de una escalada de suba del dólar, riesgo país y el problema de siempre: la falta de dólares».
Fue ahí que apuntó contra el rol que jugó Donald Trump con el apoyo financiero a Milei. «A este cuadro ya casi folclórico de la Argentina se sumó, nada más ni nada menos, que el Presidente de los EEUU, Donald Trump, diciendo que si Milei no ganaba las elecciones la ayuda del Tesoro norteamericano, que al comprar pesos insufló dólares al sistema bi-monetario argentino, se iba a terminar», cuestionó.
También sostuvo Cristina que en ese momento le hizo saber en privado al gobernador que un hipotético triunfo electoral en septiembre «iba a producir un efecto balotaje que permitiría reagrupar a todo el voto antiperonista».
«En privado (por la característica del planteo) también sostuve que adelantar las elecciones de la PBA era muy riesgoso tanto por su peso electoral y su valor simbólico, como porque si se perdía iba a tener un efecto devastador para el peronismo a nivel nacional y si se ganaba iba a producir un ‘efecto balotaje’ que permitiría reagrupar todo el voto antiperonista para las legislativas de octubre», insistió.
Cristina justificó su cuestionamiento a ese desdoblamiento y aseguró: «No me interesa tener razón, me interesa ganar las elecciones; como también se lo dije personalmente al gobernador».
En otro de los puntos de su análisis de la dura derrota electoral del 26 de octubre, Cristina< Kirchner insistió en la idea de que «la diferencia de casi 14 puntos en la elección del 7 de septiembre en PBA, operó como una PASO o balotaje que permitió reagrupar el voto antiperonista«.
«Nada nuevo bajo el sol. Sólo basta recordar el 40% de Macri en las generales del 2019 o el 40% de la suma de Menem y López Murphy en 2003, pese al desastre del 2001 y el fracaso de la convertibilidad. O para los más viejos, en la elección presidencial de 1989, el 38% del candidato radical Angeloz en medio del vendaval de la hiperinflación más violenta y profunda de la que se tenga memoria en nuestra historia», agregó.
Cristina habló del «miedo a una crisis política» y el rol de Trump
La expresidenta, que cumple en San José 1111 la condena a seis años por la causa Vialidad, consideró que «al viejo antiperonismo se le sumó otro factor: el miedo; un actor determinante ante la posibilidad de una crisis política que terminara agravando la ya terrible situación de la gente de a pie».
«Algunos creyeron que si el gobierno perdía la elección de medio término, se caía«, y consideró que ese temor operó «en el marco de una escalada de suba del dólar, riesgo país y el problema de siempre: la falta de dólares».
Fue ahí que apuntó contra el rol que jugó Donald Trump con el apoyo financiero a Milei. «A este cuadro ya casi folclórico de la Argentina se sumó, nada más ni nada menos, que el Presidente de los EEUU, Donald Trump, diciendo que si Milei no ganaba las elecciones la ayuda del Tesoro norteamericano, que al comprar pesos insufló dólares al sistema bi-monetario argentino, se iba a terminar», cuestionó.
Para Cristina, «con la amenaza de que todo iba a explotar lograron una sobre-estimulación emocional en una parte del electorado«.
Después de exponer las razones por las que, según ella, el peronismo perdió las elecciones, Cristina apuntó contra la gestión económica del Gobierno de Milei. «El valor del dólar es el que guía, alarma o fulmina a la economía bi-monetaria de la Argentina que, endeudada como nunca en la historia, ha sumado a un nuevo e inédito acreedor: el Tesoro de los Estados Unidos. Los argentinos compran dólares y los yankis compran pesos… ¿Qué puede salir mal?«, lanzó con ironía.
Cristina vaticinó, además, que «se viene una fuerte ofensiva para romper al peronismo», y volvió a ponerse como ejemplo al insistir que por eso fue condenada e inhabilitada para ejercer cargos públicos de por vida. «Van a poner en juego todo lo que haga falta. Empezaron apenas un mes y medio después de la muerte del Papa Francisco cuando, en forma inédita y en tiempo récord, ordenaron mi prisión y mi proscripción de por vida para ejercer cargos públicos», cuestionó.
Consideró, además, que «la dirigencia política, sindical y social en la Argentina está en libertad condicional».
En el final del documento, después de insistir que el peronismo necesita «dirigentes con cabeza, corazón y mucho coraje», Cristina llamó a la unidad. «Sigo sosteniendo el valor de la unidad como instrumento político de construcción nacional, popular y democrática. Unidad a la que se debe sumar militancia con cohesión y claridad estratégica y programática», remarcó.
Ese reclamo de Cristina contrasta con el pedido que hacen algunos intendentes bonaerenses a Kicillof. De hecho, en las próximas horas un grupo de jefes comunales que son parte del Movimiento Derecho al Futuro que encabeza Kicillof le pedirán al gobernador que rompa con la expresidenta.

 
		