
A través de una carta dirigida a las autoridades de la Liga Argentina de Fútbol, las familias de los jugadores de la categoría Sub 17 del Club Atlético Las Flores manifestaron su “angustia, impotencia y tristeza”, tras los hechos de violencia que se vivieron el 29 de octubre en la cancha de Unión Apeadero de Saladillo.
La situación, según se supo, se originó durante el partido, cuando un futbolista florense le propinó un golpe de puño en la boca a uno de Saladillo. A raíz de eso, se produjeron disturbios e ingresó gente de afuera a la cancha.
“Lo que debió ser una tarde de fútbol, de ilusión, de compañerismo, terminó siendo una pesadilla para nuestros hijos y para nosotros, que los llevamos a jugar con la esperanza de que disfruten del deporte que aman, que aprendan valores, que crezcan en equipo, y que compartan la alegría sana de competir”, señalaron.
“En cambio, vivimos momentos de terror, gritos, empujones, golpes, amenazas, corridas. Verlos dentro de una cancha sin que nadie los cuidara, sin que los árbitros detuvieran el partido, sin efectivos suficientes, sin ambulancia, sin médicos, fue desgarrador”, narraron.
“Nadie intervino, nadie protegió a los menores. Nuestros hijos terminaron llorando, lastimados, con miedo, y nosotros los padres sintiendo una impotencia inmensa. Ver cómo un adulto ingresaba a la cancha para golpear a un chico; cómo se sumaban otras personas a la violencia; cómo los árbitros que debían imponer respeto y orden, miraban o se reían, mientras todo se desbordaba.”
“No hay palabras para describir la sensación de ver a un tu chico correr a refugiarse, sin saber si saldrá ileso de un lugar donde sólo fue a jugar.”
“Tuvimos que retirarnos escoltados por la policía, entre insultos y amenazas, viendo cómo la violencia ganaba un espacio que debería estar destinado a la educación, al respeto y al deporte.”
“El fútbol no puede ser esto. Nuestros hijos no pueden volver a una cancha con miedo. Como padres, exigimos que se escuche nuestra voz, que se investigue lo sucedido y que se tomen medidas reales no sólo para nuestro Club, sino para todos los chicos que practican este deporte y merecen hacerlo en un entorno seguro con adultos responsables y con árbitros que estén a la altura de su rol.”
“Queremos recuperar la confianza, volver a creer que el fútbol forma, une y enseña. Hoy, en cambio, sentimos dolor, pero también la determinación de no callarnos porque lo que pasó no puede volver a repetirse.”
datos: ahorasaladillo