La oposición exigió que Fernando Espinoza dé un paso al costado por la denuncia de abuso sexual pero el peronismo lo defendió

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El bloque de Juntos por el Cambio en el Concejo Deliberante de La Matanza presentó un proyecto para que sea suspendido de sus funciones y tome licencia. Para el ministro Larroque, la acusación es “una operación política”

La grave denuncia y posterior procesamiento por abuso sexual contra el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, empezó a tener impacto y consecuencias políticas con consecuencias por ahora inciertas. La acusación que hizo quien fue su secretaria privada generó una reacción inmediata por parte del gobernador Axel Kicillof, que se mostró en un acto oficial al día siguiente, un pedido de la oposición en el Concejo Deliberante para que dé un paso al costado, y una defensa cerrada del peronismo, por acción y también por omisión.

Se trata de un escándalo político que sacude al municipio más populoso de toda la provincia -con más de 1,8 millones de habitantes- y uno de los más desiguales, donde conviven vastos territorios donde falta todo y otras zonas de clase media y media alta. Es una intendencia donde gobierna el peronismo desde 1983 y es considerada por muchos en el PJ como su kilómetro cero.

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