
“Una mente ágil y consciente no nace, se elige y se entrena cada día de su vida”
Hoy sabemos que para ganar bienestar y/o calidad de vida no es sólo realizar actividad física, ordenar nuestra alimentación, y descansar; también es necesario que entrenemos nuestro pensar; porque es a partir de allí que accionamos y obtenemos resultados.
Ahora, ¿por qué nos cuesta tanto detenernos a pensar cómo pensamos?
A muchos les puede costar estar un rato a solas con sus propios pensamientos, otros creerán que aprender a gestionar los pensamientos es cosa de deportistas elite, o Ceos, o que es una herramienta que se utiliza en grandes organizaciones, que no es cosa de simples mortales. Cuando la realidad el entrenar nuestra mente, observar cómo pensamos y desde allí elegir es algo que podemos llevar a cabo TODOS, y nos abre la posibilidad de CONSTRUIR nuestro propio bienestar día a día.
Solemos asociar bienestar con movimiento físico, y no está para mal, sólo que generalmente disociamos a nuestro cerebro de nuestro cuerpo, cuando es parte de él y requiere ser entrenado al igual que el resto de nuestro maravilloso y único templo: el cuerpo. Nuestro cerebro, visto metafóricamente como un músculo, también gana bienestar al mover – entrenar la mente (pensamientos) aprendiendo a ser flexible, a calmarse, activarse, a ganar fortaleza, poder de decisión, entre otras cosas. seguramente te preguntarás ¿cuál es la manera de hacerlo? Moviendo nuestros pensamientos, y para ello no queda otra que dedicarnos tiempo y espacio para ver cómo estamos observando e interpretando el mundo que nos rodea, lo que sucede y a nosotros en él.
Ahora, para poder observar cómo estamos pensando y desde allí elegir “tenemos que prestarnos atención”, y eso es lo primero que tenemos que entrenar aprender a manejar la atención, a enfocarla, esto nos permitirá salir del automatismo en el que actualmente está inmersa nuestra mente.
En la actualidad nuestra mente suele funcionar en modo automático en un estado de alerta permanente, lo que no suma a nuestro bienestar, de allí la necesidad de salir de este automatismo. ¿Cómo? Entrenando nuestra atención. Vivimos tan acelerados que nunca estamos realmente en el presente: el lunes ya estamos esperando que llegue el viernes, y el viernes estamos pensando en la escapada del mes que viene. La vida sucede aquí y ahora, y aunque es una frase muy trillada, la única manera de ganar bienestar es estando atentos a nuestro día a día, a lo que elegimos hacer en busca de sentirnos mejor.
El bienestar es algo que tenemos que trabajar de manera permanente, del mismo modo que sabemos que tenemos que comer o dormir para cuidar nuestro cuerpo, trabajar en nuestra manera de pensar es parte importante de ese bienestar.
En este sentido, identificar los reguladores anímicos, aquellas cosas que nos hacen bien, es de suma importancia para poder generarnos una “rutina de bienestar” : dedicar una hora al día por lo menos, aunque sea en bloques de diez minutos, a ocuparnos de nosotros mismos, de que la mente vaya hacia adelante, más allá de todos los problemas que podamos tener. Por ejemplo, podemos meditar unos diez minutos por la mañana, salir a caminar, movernos o hacer ejercicio físico otros diez minutos a la tarde y luego tomar otros minutos para practicar algún hobby como dibujar, cantar, tocar la guitarra o leer.
Todo en la vida tiene ritmos, cada uno de nosotros necesita encontrar su ritmo de bienestar y esto lo logrará construyendo su rutina con los reguladores anímicos que se permita descubrir y experimentar. Si nos ocupamos de tener estos espacios mantenemos “la mente hacia adelante” y las probabilidades de que nos enrosquemos con pensamientos negativos o la mente vaya hacia atrás son menores. Recordá que, solo podemos tener un pensamiento a la vez: si me estoy quejando, no estoy agradeciendo, y si estoy agradeciendo no me estoy quejando. Fácilmente puedo ver dónde enfoco mi atención, y si me estoy generando bienestar o malestar. Se trata de pequeños ajustes que todos podemos hacer si nos enfocamos.
¿Cómo podemos encontrar nuestro ritmo de bienestar?
- Hacer espacio a nuestra escucha: se trata de preguntarnos cuál es la propia versión de bienestar. ¿ qué cosas me harían volver a sentirme vital o energizado en este momento?, ¿qué cosas me dan placer? ¿cómo te queres sentir? A veces es tan simple como salir a caminar antes de responder los mails, o antes de hacer una llamada importante.
- Atender a nuestra respiración: ¿es larga y pronunciada? ¿se entrecorta? ¿está agitada?, este acto tan simple nos ayuda a recuperar el equilibrio, y ni siquiera es necesario que cerremos los ojos.
- Prestar atención a nuestras palabras: lo que decimos influye en nuestro bienestar. Solemos repetir en automático frases como “no tengo tiempo”, “no tengo dinero”, “está todo mal”. Las palabras que decimos a diario también pueden tener un efecto revitalizante o devastador. Se imprimen en nuestra mente y nos reprograman. Dejar de repetir en automático y observar las palabras con las que (nos) hablamos puede cambiar la actitud con la que enfrentamos cada situación, nuestra mente cree todo lo que le decimos (se o no real)
- Estar atentos a lo que leemos, escuchamos y de quién nos rodeamos: siempre partiendo de la pregunta ¿cómo queremos sentirnos? Elegir el entorno, qué escuchar o qué leer. Por ejemplo, si quiero sentirme energizada ¿qué canciones me conectan con el entusiasmo? ¿qué mes estimula? Ahora si llego del trabajo y necesito relajar, ¿ qué puedo escuchar que me permita aminorar la marcha?
- Agradecer: Vivimos pensando en lo que nos falta, parados en la queja, y se nos olvida ver todo lo que sí tenemos. Lo damos por sentado. Cuando nos permitimos experimentar correr el foco y empezar a ver lo que sí, a agradecer, nos cambia el mood, algo que te recomiendo te permitas hacer por la mañana, para iniciar el día con energía y una buena actitud.
En todos estos “pasos” está involucrado tu pensamiento, tu manera de observar e interpretar el mundo y a vos en él, no lo olvides: “tus pensamientos son la materia prima de tu realidad”, ¿vas a seguir dudando en entrenar tu mente?
Gracias por leerme, los abrazo
Ema
@emack38
+5492345418981 (WhatsApp)
No te olvides, tratate bonito!!!
Recordá que es de adentro hacia afuera. Que no es lo que sucede lo que define cómo pensamos. Que nuestra mente es como un jardín, nuestro propio jardín, y somos nosotros/as los/las que elegimos cómo y qué cultivar en él