
Lejos estamos, de cuando en la campaña de elecciones de 1983, que permitiría recuperar la democracia, el Doctor Raul Alfonsín profería la frase del título de este relato. Se refería al hecho de atender a personas, de la multitud que lo aclamaba, que por distintos motivos se descomponían en la tribuna.
En la actualidad, podemos hacer una comparación discursiva entre nuestro primer presidente de regreso a la Democracia y la vieja/nueva casta; por ejemplo la Diputada Nacional Lemoine de LLA, ex maquilladora presidencial, había dicho que la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, es una “garrapata” y una “sanguijuela”. El mismísimo Presidente Milei calificó a políticos opositores, a economistas y a periodistas como “mentiroso”, “econochanta”, “mandriles”, “tipo de mierda”, “sorete”, “basura”, “rata” y “ratas”, “esbirro”, “puta”, “mierda”, “pautero”, “ensobrado” y “extorsionador”. Y hace algunos días se refirió a la Vicepresidenta de la nación como “bruta Traidora”.
La cámara de Diputados de la Nación es el ring de representantes del pueblo que se tratan de “gato” y “loca”.
Los diputados de la provincia dicen que lo hecho por chocolate Rigau no es una anomalía, ergo puede seguir haciéndose. Indudablemente toman al pueblo por idiota Son otros tiempos, es cierto, pero la forma de actuar, el respeto y hablar sin agredir es el mejor ejemplo para nuestros niños y jóvenes que escuchan todo este destrato chabacano en boca de las autoridades del país.
Si todo vale al dirigirse al otro.. entonces ¿le vamos a pedir a las Escuelas que atiendan los problemas de bullying?. ¿Estamos todos Mishiguene?.
¿No será momento de cambiar la forma de tratar al otro?, o ¿no somos conscientes de la violencia que genera el abuso verbal?.
Obviamente .. qué a esto debemos sumarle un poco de moral, un volumen significativo de ética y honradez administrativa…
Pareciera que es todo lo mismo… si antes nos agotábamos con las cadenas nacionales de la ex presidenta actualmente encarcelada, ahora nos siguen vendiendo pescado podrido. En las redes sociales trascendió una foto de un estadio con más de 120.000 personas, en la fiesta en Córdoba de la Derecha Fest, donde estuvo el presidente Milei festejando, y resulto ser que la foto era de una recital de Taylor Swifft del año 2023. Sería lindo, aprovechando las próximas elecciones, que los legisladores que renuevan sus bancas nos gratificaran dando a conocer cuáles han sido sus propuestas en el ejercicio de sus funciones. Y que, quienes son nuevos postulantes, nos contaran cuáles son sus proyectos… Sería fantástico que antepongan al partidismo, los derechos de pueblo que representan. ¿Será mucho pedir?
Volviendo al título de la nota, “Un médico allí a la izquierda por favor”, le sumaría al dicho “que sea un otorrinolaringólogo”, de forma tal de poder tratar a todos los dirigentes que “no Escuchan” al pueblo y creen que pueden continuar haciendo política de la misma forma caudillista que heredaron…
¿Acaso no se enteraron que disminuyó significativamente el número de participantes en la elecciones que ya tuvimos? Esto no sucedió porque esos domingos corría Colapinto, sucedió porque la gente está harta de ver las mismas caras y la continuidad de la pendiente negativa; este hartazgo provocó, por ejemplo, que los partidos tradicionales no ganaran las elecciones presidenciales y permitieran que un casi ignoto de la política se impusiera.
En fín … tiempos modernos… muchas listas (¿será bueno?), por ahí aparecen sorpresas…
La mayor oferta, creo, disminuirá las diferencias entre las dos listas mayoritarias que compiten en nuestro medio. Será cuestión de escuchar propuestas. ¿Habrá?