Arrecifes: alerta y preocupación por 10 casos de suicidios ocurridos en dos meses

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«El 25 de diciembre a la noche, para las fiestas, tuvimos una discusión tonta y pasó. Estábamos en la casa de mi hermana. Él se fue para afuera y escuché ruidos raros. Como me asusté, le pedí ayuda al vecino de al lado. Le cortamos el alambrado y nos metimos al patio de mi hermana. Ahí mi marido estaba a punto de morir. Ahora está bien y dice que no sabe por qué lo hizo», detalló María.

En los últimos dos meses, los 10 suicidios y 4 tentativas pusieron en alerta a Arrecifes. En promedio en la Argentina hay 7.3 suicidios por cada 100 mil habitantes cada año. En Arrecifes, que tiene poco más de 29 mil habitantes según el último censo, los recientes casos hacen que se cuadriplique la estadística nacional. Este fenómeno generó preocupación en las autoridades y en la población local que intenta encontrar una explicación a una situación extraordinaria.

«Nunca antes había pasado algo así acá. Tengo más de 35 años como bombero voluntario y 52 viviendo acá desde que nací y esto es algo único», dijo a LA NACION Eduardo Terrado, que no sale de su asombro ante la seguidilla de casos.

El tema de los suicidios se volvió parte de las conversaciones de todos los vecinos, ya sea en rondas familiares, en el popular balneario, por mensajes de celular, redes sociales o por las calles donde las flores rosas de los crespones invaden las veredas de la tranquila ciudad, cuna de corredores de automovilismo y de jugadores de fútbol como Pablo Zabaleta. Incluso la circulación de imágenes de algunos casos a través de WhatsApp se volvió moneda corriente en una población que no sale del asombro y el temor.

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Por su parte, las autoridades sanitarias intentan encontrar algún patrón de conducta o puntos en común entre los casos, en su mayoría protagonizados por hombres entre los 19 y los 39 años, para tratar de prevenir nuevos hechos y evitar lo que se conoce como fenómenos de «identificación e imitación».

Una de las primeras acciones concretas llegó el pasado viernes 18 de enero cuando Marcelo Rossi, médico psiquiatra y miembro del departamento de docencia de la Subsecretaria de Determinantes Sociales de la Salud, del Ministerio de Salud bonaerense, fue a dictar una charla abierta a la comunidad a la que asistieron más de 200 personas entre médicos, docentes, bomberos, policías y vecinos que buscan obtener herramientas para evitar futuros casos.

Al ser consultado sobre cómo se aborda una situación como la de Arrecifes, Rossi explicó: » El suicidio es un fenómeno complejo multifactorial, que ha estado presente en la historia humana desde tiempos inmemoriales. Es universal y transcultural. El abordaje habitualmente consiste en acciones de prevención como de postvención. Para ello, el sistema de salud, como aquellas instituciones intermedias que posean valor referente en la comunidad, deben ofrecer una disposición contenedora, apoyar emocionalmente y asesorar tanto al entorno cercano como a la comunidad en general».

Sobre el concepto de «postvención», el especialista indicó que consiste en brindar «un ámbito de escucha, asesoramiento psicológico (ya sea en dispositivos individuales o grupales) y acompañamiento». Según detalló, «esto se extiende a familiares y entorno íntimo como también a aquellos que por la cercanía, identificación personal con la víctima o presentar diferentes factores de riesgo, podrían ser proclives a manifestar el mismo tipo de tendencia. De todas formas, es necesario saber que nadie está completamente excluido de experimentarla y de hecho en muchos casos no aparecen señales anticipatorias».

Gustavo Lecina, director adjunto del hospital de Arrecifes, Santa Francisca Romana, también manifestó su preocupación por los suicidios ocurridos en estos dos meses. «Hemos revisado las historias clínicas de todos y, salvo uno de los casos, los otros no tuvieron contacto con el hospital por cuadros psicológicos que nos generaran señales de alerta. Entonces no teníamos posibilidades de ayudarlos», indicó, y añadió que desde la institución están organizando un servicio de psiquiatría y psicología para atender estos casos.

Para Lecina, el mayor problema es no contar con una línea de trabajo. «Si nosotros tuviéramos alguna prueba o indicio podríamos comenzar por ahí, pero no lo tenemos. Si dijéramos que hay un lugar donde la droga está haciendo estragos, iríamos por ahí. Pero tampoco encontramos ese punto en común», señaló. «Es muy complicado no tener una línea de trabajo. No tenemos los elementos para saber por dónde comenzar», enfatizó.

La difusión de los casos, en debate

«En lo personal, más allá de mi rol de bombero, creo que el disparador es la difusión de lo que pasó en casos anteriores. Saber cómo lo hicieron otros ayudó a los que siguieron», dijo Terrado, que luego explicó cuál es el trabajo que llevan adelante desde el cuartel integrado por 50 personas. «Nuestra función dentro de este drama, ya que a todos nos tocó directa o indirectamente alguno de los casos, se da cuando hay una denuncia concreta de desaparición de persona. Allí nos pide la fiscalía que nos ocupemos de la búsqueda y desplegamos operativos con todo lo que tenemos: autos, motos, camiones, lanchas».

Terrado detalló que el protocolo indica que el primer lugar a recorrer, generalmente, son las cercanías de la casa de la persona y luego de comienzan a hacer «anillos de aproximamiento». Una vez que se agotan los medios terrestres, van por el río que cruza la ciudad

«A las personas las buscamos en taperas, casas de campo abandonadas, o tomamos las referencias de algún vecino que los vio. Los últimos dos los encontramos nosotros. En muchos casos no nos convocan porque los encuentra antes un familiar», sostuvo. Y detalló: «En algunos casos nos llaman para ayudar a recuperar el cuerpo de la persona. Los encontramos en las primeras horas porque no se fueron muy lejos, ni se arrojaron al río. Incluso no hizo falta utilizar a los perros».

En cuanto a la cobertura en los medios, Terrado consideró que, al tratarse de una ciudad chica, a veces las noticias difunden con cierto «amarillismo». «Para evitar esto, nosotros cuando buscamos a estas personas no tocamos las sirenas de las autobombas, sino que convocamos por handy para ser lo más discretos posibles. En los últimos dos casos, cuando los hallamos ni siquiera informamos por handy, sino que llamamos por teléfono al comisario, le dijimos donde estaba el cuerpo e hicimos un perímetro para que nadie se acerque o saque fotos», explicó el bombero.

Por su parte Carlos Mondino, secretario de Salud local, resaltó la importancia de tomar con seriedad los comentarios de personas que se refieren al suicidio, sobre todo los más jóvenes. En ese sentido, consideró que si dan señales entre sus pares, es importante que los amigos se lo comuniquen a un adulto.

Mientras se trabaja para tratar de encontrar un punto en común entre los casos que sirva de partida para hacer prevención, desde el municipio y la Provincia se definió que a partir de marzo se capacitará a los enfermeros en el tratamiento de patologías psiquiátricas. Además, se harán modificaciones edilicias en el hospital local para que se pueda disponer de un sector exclusivo para trastornos de la salud mental.

Las primeras señales de alerta

    Aislamiento

Dejan de salir con amigos, de ir a reuniones familiares o de realizar actividades usuales. Pierden interés en actividades que antes les resultaban placenteras.

    Quejas frecuentes

Como dolores de estómago, de cabeza, fatiga u otras manifestaciones físicas, siempre relacionados con estados emocionales. Pueden dar a entender que se sienten horribles interiormente.

    Cambios de conducta

Pueden tener variaciones en los patrones alimentarios o de sueño. También, un evidente abandono del cuidado de su apariencia física.

    Conducta rebelde

Pueden desarrollar comportamientos violentos o, incluso, fugas del hogar. Pueden darse situaciones de abuso de alcohol o de drogas.

    Desprendimiento

Muchas veces, tiran o regalan sus pertenencias favoritas.

Dónde pedir ayuda

Centro de Asistencia al Suicida (CAS): 135 línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires o (011) 5275-1135 todo el país www.casbuenosaires.com.ar

SOS Un Amigo Anónimo: (011) 4783-8888, de 9 a 19 www.sosunamigoanonimo.com.ar

Más información: www.suicidioadolescente.com.ar

Por: José María Costa