Alberto Fernández declaró en el juicio por la obra pública: «Me llama mucho la atención esta causa, se trata de decisiones políticas no judiciables”

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Alberto Fernández declaró en el juicio por la obra pública: «Me llama mucho la atención esta causa, se trata de decisiones políticas no judiciables”

El Presidente declaró como testigo en una causa denominada como «Vialidad» y en la que está imputada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner

El Presidente fue citado a pedido de la vicepresidenta para testificar en la causa por supuesto desvío de obra pública en favor del empresario Lázaro Báez. Hasta el momento ya declararon Jorge Capitanich y Aníbal Fernández.

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, se presentó este martes a declarar como testigo en el juicio oral por las presuntas irregularidades en las obras públicas que recibió el empresario Lázaro Báez y en el que la principal acusada es la vicepresidenta, Cristina Kirchner.

Durante su declaración por casi tres horas, el Presidente expresó: “Me llama mucho la atención lo que estamos discutiendo en este juicio” y sostuvo que el modo en el que un gobierno reparte la obra pública es una decisión “no judiciable”.

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«Es una decisión de carácter política no judiciable. Y esas decisiones que se están discutiendo en materia de Presupuesto no pueden ser arbitrarias”, declaró. 

Al ser consultado si le constaba que el Presupuesto que aprobaba el Congreso estaba dirigido a beneficiar al empresario Lázaro Báez, Fernández contestó: “No me consta que eso haya pasado”.

“Los criterios de asignación tienen que ver con las necesidad de cada jurisdicción. No hay una regla que dice: a cada provincia le toca tal cantidad de dinero en función de los habitantes que tiene. No hay una regla que diga cómo se distribuye el dinero de una obra pública», añadió. 

Asimismo, el mandatario negó haber recibido ordenes del por entonces presidente Néstor Kirchner para beneficiar con fondos públicos “a la provincia de Santa Cruz ni a ninguna otra provincia”, o a algún empresario en particular.

Las preguntas se las hicieron Carlos Beraldi, defensor de la vicepresidenta, que fue quien lo había ofrecido como testigo; los abogados de Lázaro Báez y Nelson Periotti, y el fiscal Diego Luciani, con quien el Presidente protagonizó los cruces más tensos a lo largo de la audiencia.

El Presidente mantuvo un tenso cruce con el fiscal Luciani, quien minutos más tarde le preguntó por su relación con Lázaro Báez.

“A Lázaro Báez no lo conozco”, dijo en primera instancia. Aunque luego se desdijo y aclaró: “Lo vi una sola vez en mi vida en Calafate”.

Ante las repreguntas del representante del Ministerio Público, detalló: “Yo había viajado a Calafate con Néstor Kirchner, que estaba terminando su casa y lo conocí en el parque porque estaba haciendo alguna obra allí en Calafate; yo estaba con Néstor y él se acercó a saludar”.

Según precisó, ese encuentro -que estimó que fue en 2003 o 2004- incluyó muy pocas palabras: “Buenos días y mucho gusto”. “No lo vi nunca más en mi vida ni en Casa de Gobierno ni en Olivos ni en ningún lado”, especificó.

Visiblemente molesto, ante una consulta sobre las presuntas relaciones comerciales que mantenían los Kirchner con Báez, Fernández reiteró: “No lo conozco a Lázaro Báez, no sé qué hace de su vida, no sé qué empresas tiene, no sé qué vínculos tiene con gente; no lo sé”.