La investigadora del CONICET Carolina Carrillo, en exclusiva con ABC, habló del desarrollo del Neokit Covid-19 y las posibilidades de su llegada a Saladillo

Carolina Carrillo (la última en la foto) junto a Vojnov, Larocca y Werbajh (foto: MCTI)
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Carolina Carrillo, directora de uno de los grupos que trabajó en el Neokit COVID-19, dialogó en exclusiva con ABC Saladillo sobre el desarrollo del test rápido y económico para detectar al nuevo Coronavirus, un gran avance para producir 10.000 test en los próximos días y, en el corto plazo, una estimación de 100.000 por semana. Carrillo explicó los detalles técnicos del desarrollo, la importancia de la soberanía científica y tecnológica al servicio de las necesidades del país, el antecedente de la plataforma tecnológica y su experiencia a campo en distintos patógenos.

El presidente Alberto Fernández, en conjunto con el Ministerio de Ciencia y el de Salud, presentó el viernes el desarrollo argentino que detecta a nivel molecular el nuevo coronavirus, y aporta el resultado en menos de dos horas con similar sensibilidad que las técnicas actuales de PCR (reacción en cadena de la polimerasa, conocida como PCR por sus siglas en inglés).

El test fue desarrollado por científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, y por sus pares del Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. César Milstein (Conicet-Fundación Pablo Cassará)

Carolina Carrillo es marplatense, estudió Biología en la Universidad Nacional de Mar del Plata, y el Doctorado en Ciencias Químicas en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde ganó una beca del Banco Mundial para el fortalecimiento de la educación universitaria e ingresó a dar clases en la Facultad de Ciencias Exactas. Una vez doctorada, tuvo la beca posdoc en el CONICET –camino clásico de trabajadores del CONICET- y, una vez alcanzado el proceso de beca, ingresó como investigadora asistente hace ya cerca de 15 años.

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“Me apasiona hacer investigación, pero me apasiona que esa investigación tenga un impacto social, por eso luego devine no sólo en investigadora clásica, sino en desarrolladora tecnológica si se quiere para que las cosas que hacemos se traslade en la sociedad”, contó Carrillo, quien parece no dimensionar sobre el reconocimiento y la admiración que despiertan en los propios –argentinos- y extraños –del mundo-: “Parece que sí. Nosotros hemos estado desde el viernes hasta hoy en una maratón de notas y felicitaciones de amigos y familias. La verdad, Sol, ni me asomé en las redes; no tengo idea”. A continuación, la entrevista completa:

-¿Cómo está conformado el grupo de trabajo a cargo del desarrollo?

-Somos dos grupos que venimos con trabajando con esta plataforma tecnológica hace mucho tiempo juntos, desde 2011. Adrián es el director de uno, yo del otro. Este desarrollo en particular, del Neokit COVID-19, lo lideró Santiago Werbajh y lo dirige Adrián Vojnov; también participamos nosotras con Luciana Larocca y Fabiana Stolowicz.

-¿Cómo fue el desarrollo del Neokit COVID-19?

-En el 2011 empezamos a trabajar para desarrollar un kit de diagnóstico de Chagas. El Chagas es una problemática de la salud multifacética que está muy silenciada: en general, la gente cree que no existe, que está lejos, que es sólo rural. Pero es un problema súper vigente en nuestro país, al menos 4% de la población tiene Chagas, y no vive sólo en el campo sino también en ciudades. Para dar una respuesta a la problemática de la falta de diagnóstico en algunas poblaciones, en este caso neonatos y con inmuno compromisos, nos pusimos a trabajar en esto.
Cuando empezamos a desarrollar el kit de Chagas, nos dimos cuenta que esta era una experiencia replicable, muy útil para diagnóstico de otras cosas. Entonces lo planteamos como plataforma tecnológica para el desarrollo de kits de distintos patógenos, trabajamos en sífilis, brucelosis, entre otros. En el último tiempo, Santiago Werbajh estaba terminando la validación analítica de test de zika, chikungunya y dengue, cuando de pronto llegó el COVID.

-¿Cómo fue replicable a esta nueva contingencia?

-Todas esas experiencias, y haber tenido varias fallas, sumar variables, corrigiendo, y en particular la experiencia del dengue, que es un virus ARN (es decir, que usa ácido ribonucleico como material genético, o bien que en su proceso de replicación necesita el ARN), nos permitieron responder muy rápidamente a esta necesidad. El COVID también es un virus ARN.

-¿Cuáles son las especificidades del Neokit?

Es parecido a la PCR, porque es una amplificación molecular, pero tiene como exigencia un equipamiento muy simple, es un dispositivo término o calentador de cualquier tipo, que en los laboratorios en general siempre tenemos, y una heladera. En los laboratorios hacemos eso básicamente, calentamos y enfriamos. Entonces se necesita un dispositivo término muy simple, que puede ser un baño térmico, un bloque seco, o una estufa.

-¿En qué se diferencia con la PCR?

La PCR tiene un valor impresionante como herramienta. Esto que desarrollamos nosotros no viene a reemplazar en todos los casos a la PCR, sino que viene a sumar una herramienta para distintos  tipos de perfiles en donde puede aplicarse, porque la PCR es excelente pero necesitas infraestructura, recurso humano altamente capacitado, es costoso y lleva tiempo. La idea no es sustituir, sino sumar herramientas que pueden aplicarse de distinto modo. En características de capacidad diagnóstica es similar, pero lleva una hora en lugar de varias, lleva un dispositivo térmico sencillo en lugar de un equipamiento complejo, y es muy fácil lectura.

-¿Cuál es el margen de error?

Es muy pequeño. En todas las pruebas que se hicieron, que fueron validadas por el ANMAT, encontramos una especificidad del 100%, es decir –no da falsos positivos. Y una sensibilidad de entre el 93 y 96% según la calidad de conservación de las muestras, que es la misma sensibilidad que presenta la PCR.

-¿Este proceso podría descentralizarse en los hospitales más chicos, como por ejemplo en el de Saladillo?

En teoría, se podría realizar en los propios lugares –en los que llega el caso sospechoso-, pero para esto se tienen que dar las condiciones de bioseguridad porque la muestra es patogénica. Hoy por hoy, como el kit está puesto a punto y validado para una muestra de ARN puro, hay un proceso que es desde que yo tengo el hisopo a tener la muestra de ARN pura, y ahí hay que hacer una extracción que es un paso extrakit. Se hace con un kit comercial que era importado, pero ahora la Universidad de Quilmes está produciéndolos para así abaratar los costos.
El proceso es relativamente simple, porque se necesita una centrífuga pequeña, pero ahí ya tenés una exigencia y la exigencia importante es que ese proceso de purificación debe hacerse en condiciones de bioseguridad. Si vos tenés las condiciones, no necesitarías mandar la muestra a 200 kilómetros sino que se podría hacer en el lugar, porque la manipulación es simple.

-¿Qué se necesita para llevar a cabo un desarrollo semejante? Además del recurso humano, por supuesto.

-El recurso humano es esencial, pero necesitas una estructura que se mantenga en el tiempo, porque necesitamos fondos. Nuestras investigaciones son costosas, muchos de los reactivos que usamos son importados porque acá no se producen, el equipamiento que usamos es costoso de adquirir y mantener…
Hace falta una estructura económica y un soporte que excede lo económico: contar ahora con un Ministerio de Ciencia hace una diferencia, porque contamos con esa estructura. Toda la capacidad de reacción que tuvimos fue porque había un Ministerio acompañándonos, organizando, coordinando con el Ministerio de Salud para muestras, que fueron muestras del Malbrán; para facilitar las compras en el exterior; para coordinar con distintos actores… estas estructuras son esenciales.

-Más allá del reconocimiento simbólico, ¿qué puede hacer el Estado para potenciar el desarrollo científico en el país?

Jerarquizar las actividades de esta índole es importante. Si nos comparamos con otros países, que tienen más capacidades de desarrollo, vemos que la actividad está mucho más jerarquizada. Pero, en este sentido, también hay un montón de actividades que deberían estar jerarquizadas, empezando por la docencia. Deberíamos ver nuestras maneras de jerarquizas las actividades que tienen que ver con el desarrollo de un país.

-¿Cómo sigue la actividad del grupo?

-Nosotros ahora estamos re contra abocados en los primeros pasos de producción, que van a ser 10.000 reacciones ya, y luego sostener la producción para hacer 100.000 reacciones en los 15 días o menos; por otro lado, en ajustar condiciones de la reacción para hacerla más simple todavía. Tenemos eminencias de que podemos hacer la muestra más simple, y hay una línea de desarrollo dedicada a eso.