Los lujos de los jóvenes de La Cámpora que trabajaban en Fabricaciones Militares y ganaban más que los ingenieros

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En 2011 nombraron como interventor a Santiago Rodríguez, un militante kirchnerista de 34 años que poco tiempo después sumó otro cargo:  secretario de Investigación, Tecnología y Producción del Ministerio de Defensa. Así Rodríguez tenía el poder de decidir a quién contratar y bajo su administración se quintuplicó la cantidad de empleados, informó Infobae.
Fabricaciones Militares pasó a tener decenas de trabajadores menores de 30 años, la mayoría sin título universitario, que superaban en rango a ingenieros y empleados de larga data. Varios de los «nuevos» tenían sueldos abultados que estaban entre los 30 mil y 60 mil pesos.
Rodríguez y su pareja, Bárbara Grané, quien entró como gerente de Comunicación y Relaciones Institucionales, hacían viajes al exterior para visitar ferias de armas, pero no dejaron a un ingeniero que vaya a un congreso internacional en Uruguay al que solía asistir todos los años.

 

 

Entre los lujos que se daban, aparecía el menú de salmón para Grané y lamultiplicación de choferes disponibles las 24 horas para algunos empleados.

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La diferencia entre los empleados favoritos y los otros no solo se reflejaba en el sueldo, había lugares comunes como la cafetería que tenían acceso restringido para los «amigos».