Ahora que la angustia nos da apenas un suspiro, queremos despedirte de pie, con aplausos y ovaciones, como se despide a los grandes.
Masta querido, fuiste uno de los primeros pilares del Teatro y tu magia no se termina.
Tus llegadas con ese andar tranquilo y de cabeza gacha, eran una invitación a la risa, al chiste, al abrazo, al mate. Cada ensayo estabas ahí, junto al escenario, acompañando desde el silencio, desde el respeto, desde la mirada atenta a cualquier cosa que otro necesitara.
Hoy nos toca despedirte en esta época, tan necesaria y tan injusta, a la distancia, para un hombre que gustaba del encuentro con el otro, con los otros, que desbordaba alegría.
Fuiste un artista de buen humor, recorriendo los escenarios teatro, la música y el cine, con esa enorme humildad que te caracterizaba y una sonrisa amiga.
Hoy te fuiste de gira, y seguramente será tan grande como los amigos que quedamos acá extrañándote y recordándote con el corazón lastimado.
Amigo Viaje.
Comedia de Saladillo |