Decomiso y destrucción

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Soledad Galíndez, directora del área aseguró que se procede a la destrucción total de los anteojos, ya que los mismos eran vendidos en comercios y no en ópticas como corresponde. Los anteojos en cuestión eran de sol y de aumento, ambos generaban un gran riesgo para la salud de la comunidad.

 

Con respecto a las mercaderías, indicó que se tratan de alimentos vencidos o latas abolladas. “Todo lo que es plástico será llevado a la planta de reciclaje y lo demás será compactado por el camión”, aseguró Galíndez.

Por último, informó que días atrás se realizó el decomiso de 300 kg de carne. Si bien algunos cortes poseían rótulos, el vehículo de traslado no tenía el equipamiento necesario por lo que era un riesgo. La carne fue destinada al albergue canino.

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