La historia del mítico Chevitú que revoluciono el TC en los 60

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Miguel Turrion: “Una aparición resonante, en abril de 1964. Jorge Cupeiro fue el piloto elegido. El novedoso vehículo logró catorce victorias en tres años y luego fue alejándose de su modelo original”.

Por estos días, debido al lanzamiento de una hermosa replica en escala, el Chevitu volvió a estar en boca de los apasionados del mundo tuerca.

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“Pepe” González con “los Bellavigna”, mentores del proyecto, introdujeron un Chevrolet Nova al Turismo Carretera, que aún hoy perdura en la memoria de los teceistas. El “Chevitú” fue el auto emblema de una etapa que revolucionó y modificó el rumbo del TC. El primer “compacto” llegó para romper la tradición de las cupecitas.

Para saber un poco más de esta leyenda, Miguel Turrion (periodista del automovilismo), nos acerca algunos datos de esta rica historia: “Todos los que amamos los autos de carrera, sabemos que el Chevitú, bautizado así por la hinchada, fue el auto más ganador del año 1965 en la categoría, sin embargo no pudo impedir que los Hnos. Emiliozzi se llevaran el cuarto título consecutivo en el Turismo Carretera para la ciudad de Olavarría.

Pero ¿cuál fue la verdadera historia del Chevolet Nova importado desde los EEUU por José Froilán González en el año 1963? El auto ingresó a la aduana, pero no pudo ser retirado por «Pepe», algo falló y no se puedo sacar al auto, por lo que fue a subasta pública.

Allí Pepe lo mandó a su socio Gabino Puelles (era socio de la concesionaria de Corrientes 11) a que comprara el auto y le dio el dinero para ese menester. Cuenta Gabino que se realiza la subasta y había varios pretendientes para llevarse el auto, tal es así que Gabino pagó más de lo que valía, por aquel entonces un Chevrolet 400 nacional.

Pero cumplió con la palabra a su socio, lo pagó y lo retiró (se pagó por el Chevitú $ 850.000 de aquella época) por supuesto debió pagar las comisiones y el anticipo, lo fueron a buscar un viernes y lo llevaron al taller de la calle Cabello, al rato nomás llegaron los Hnos. Bellavigna y comenzaron a desarmarlo para llevarlo.

Cabe acotar que entraron solo dos Nova al país, el Chevitú y una cupé convertible de color rojo. El auto que sacudiría al TC fue llevado al taller de los Hnos. Bellavigna, en Sáenz Peña y de allí salió un día para debutar en Autódromo de Buenos Aires el 12 de Abril de 1964. El piloto designado por José Froilán González  fue Jorge Cupeiro, quien ya había sido piloto de Pepe en una Masserati-Chevrolet (traída de Europa), además Jorge o «El Gallego» Cupeiro se había destacado y muy bien en motocicletas.

Ese 12 de abril el Chevitú abandonó pero a la semana siguiente en ese mismo escenario, dentro de un mismo torneo, punteaba cómodo hasta que en la última curva de la horquilla pasó de largo en el frenaje y perdió la punta a manos de la «Empanada» de Jorge Ángel Penna.

El auto bajado a pista casi original, a no ser por el agregado de un amortiguador telescópico por cada rueda, frenos a disco en las ruedas delanteras y a tambor en las traseras, luego de aquella pasada de largo en la horquilla decidieron ponerle a disco en las 4 ruedas.

El 10 de mayo de 1964 el Chevitu debuta en ruta y la cita es en Olavarría, mientras que el 9 de agosto de ese año lograba la primera victoria en Mar del Plata, con un promedio de 197,791 km por hora. En 1965 entre el 13 de marzo y el 1 de Agosto consigue 9 victorias, pero sobre el final del año una serie de abandonos lo priva del campeonato, que como señalábamos más  arriba, quedó en manos de los Hnos. Emiliozzi.

Ya en el año 1966 el Chevitú cambia de cara en el taller de Baufer y con la nueva trompa Jorge Cupeiro gana el 10 de abril en Gral. Pico; después El Gallego viaja a Europa y el Chevitú cambia de manos, Pepe lo llama al juvenil Carlos Oreste Marincovich para que lo maneje pero para eso  «El Ruso» debió llevar a cabo una prueba en el Autódromo, que dejara satisfecho al jefe Pepe. El mismo Froilán se subió al auto para indicarle como hacer el curvón Salotto, ya que allí el auto era lento. Marincovich corre cuatro carreras con ese auto hasta que retorna de Europa Jorge Cupeiro.

La desvinculación de Cupeiro con González se da en el año 1967, el Chevitú sufre su segunda transformación a manos del Ingeniero Heriberto Pronello y le pone un motor Chevrolet 250 pulgadas, 7 bancadas. Esa temporada del 67, también marcó el alejamiento de los Hnos. Bellavigna y la preparación siguió en manos de Bernardo Pérez.

La última carrera del Chevitú fue en la vuelta de Balcarce – Lobería, trágica carrera en la que perdió la vida Jorge Kissling y su acompañante Enrique «Quique» Duplán, paradójicamente acompañante de Cuperiro durante la extensa campaña.

En esa carrera también perdió la vida Segundo Traborelli y su acompañante.

El Chevitú desafió a las cupecitas en su terreno, con los guadales y lomos de burro, fue  el cambio que se avecinaba con la llegada de los Torinos.

El Chevitu es y será un ícono del Turismo Carretera”.