Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Mama: “Muchas cosas se pueden evitar si lo detectas tempranamente”, sostiene Bozzano

Dr. Alfonso Bozzano
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En el Día Mundial de la prevención del Cáncer de Mama, el doctor especialista Alfonso Bozzano habló con ABC Saladillo sobre la prevención, concientización y posibilidades de reducir el riesgo del tumor “más frecuente en la mujer, y lamentablemente el que más mortalidad tiene”.

Alfonso Bozzano es médico especializado en Oncología y tumores sólidos, como son los de mama, pulmón y páncreas, entre otros. Vive en Saladillo desde el 2009 y trabaja en el Hospital Dr. Posadas desde marzo de 2010. En diálogo con ABC Saladillo, Bozzano explicó las posibilidades de reducir el diagnóstico del cáncer de mama, la epidemiología de la zona y el rol del Estado en las tareas preventivas y curativas, entre otras cuestiones.

Entre cuanto a la prevención, Bozzano recomendó que se “lleve un estilo de vida lo más saludable posible: dieta con frutas, verduras y cereales; la actividad física es fundamental también; y a partir de los 40 años comentar a hacerse estudios de rutina con mamografía. También conocerse: entre un año y otro de mamografías, es muy común que se desarrolle en ese período, cuando más agresivo es el tumor. Es fundamental que la mujer se conozca, se palpe la mama y cualquier cosita que note diferente, sea un bulto, retracción de pezón o secreción, cambio de color o dureza, cualquier cambio que note en la mama que se consulte rápidamente a un ginecólogo”. A continuación, la entrevista completa:

-En principio, el doctor comenzó-:

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El cáncer de mama es el tumor más frecuente de la mujer, y lamentablemente es el que más mortalidad tiene. No debería ser el de mayor mortalidad, pero una serie de situaciones del sistema de salud, que requiere muchas interacciones y actores, a veces hace que los tiempos tengan relación con la mortalidad.

¿Qué determina que el cáncer de mama sea el que más mortalidad tiene, incluso cuando ‘no debería serlo’?

Normalmente son varias las cuestiones que influyen. A veces es medio crudo decirlo, pero mucho depende la obra social o del estado en el que esté el paciente, el pronóstico varía por los tiempos que tardan. Para tratamientos curativos, casi todas –las obras sociales- andan bien, no se pierde tiempo porque de última nosotros tenemos drogas, no perdemos tiempo; cuando es un tratamiento paliativo, es decir a largo plazo, sí tratamos que la obra social o la prepaga cubra el tratamiento porque si no nos desfinanciamos con las drogas.

Varía también el tipo de paciente, si es flaco o tiene sobrepeso. Habitualmente, cuando uno hace un tratamiento curativo, el tejido graso es generador de hormonas femeninas: todo el tejido graso de la panza transforma las hormonas masculinas que también genera la mujer en estrógenos; ese estrógeno, que no tiene contraproducencia con la progesterona, genera que el epitelio esté permanentemente creciendo. Y eso es un factor de caída en la enfermedad, ya que el cáncer de mama en su mayoría, el 80%, come y vive de los estrógenos.

Los estados estrógenos en sangre muy altos por obesidad, es un factor pronóstico malo. La obesidad es un factor y eso ha podido ser reducido cuando alguien entra en un plan de tratamiento, una vez que se opera, y baja de peso con dieta y ejercicio; de esa manera, logra reducir en un 30% la posibilidad de recaída.

¿Cómo reducir la posibilidad de tener un diagnóstico de cáncer de mama?

Primero, una vida sana: mantener una dieta mediterránea, con frutas y verduras, granos y cereales, tratando de recudir al máximo las grasas; mantener un peso adecuado, realizar ejercicio. Todo eso reduce muchísimo el riesgo.

Hasta un tercio de las mujeres tiene sobrepeso u obesidad, en realidad es más en la población general, pero un tercio se cree que está relacionado a ese estado elevado de estrógenos en sangre producidos por la grasa de la panza. En las comunidades africanas, el cáncer de mama prácticamente no existe: son todos flaquitos, comen granos, cereales, plantas; caminan todo el día. Habitualmente es por eso, más allá que hay variaciones genéticas, la población occidentalizada que es sedentaria, con sobrepeso, que come grasas y frituras… son factores de riesgo que incrementa mucho el cáncer de mama.

Contra la herencia se puede hacer algo, pero para luchar contra la herencia hay que determinar si hay un síndrome hereditario, y ahí se pueden tomar medidas, como por ejemplo sacar las dos mamas y colocar prótesis, como hizo Angelina Jolie. Con cirugía se puede reducir el riesgo a casi un 0% del cáncer de mama, pero para eso hay que dosarse el gen en sangre. Si tenés el gen mutado, tenés un porcentaje muy alto de riesgo de cáncer de mama: cerca de un 70 u 80% si llegas a los 80 años.

La penetrancia es variable: podés tener hermano que no tiene el gen, vos lo tenés, la madre lo tiene, la abuela no… habría que dosar a la familia, principalmente a la gente más joven que tiene más poder de decisión. A los familiares de primer y segundo grado se los dosa a todos.

El screening no es un método de prevención primaria, no vas a evitar que aparezca el cáncer. En lo que es cáncer de mama, el screening es detectar tempranamente cuando aparece el cáncer de mama. Cuanto más chiquito es, más chiquita es la cirugía y la mama no modifica casi el tamaño y la arquitectura, es muy probable que puedas evitar quimioterapia y rayos. Muchas cosas se pueden evitar si lo detectas tempranamente: un diagnóstico temprano mejora la sobrevida con más del 95% de curación.

¿Cuál es el rol del Estado en esta cuestión de salud?

El Estado tiene que estar dedicado siempre a la prevención, más allá de coordinar los Centros de Radioterapia. Hacés mucho más abocándote a la prevención, a que la gente conozca lo que es la mamografía, que sea accesible, que se informe rápido, que los especialistas hagan cursos para estar siempre informados, que los equipos funcionen, mandar el mamógrafo móvil a zonas más periféricas, que el Banco de Drogas siempre tenga por lo menos las drogas que son más para intención curativa.

Una cosa es la intención curativa y otra la paliativa: para las cuestiones paliativas estamos hablando de un balance entre la sobrevida del paciente, que viva lo más que se pueda, y la toxicidad; cuando la intención es curativa, es intentar curar, todo porcentaje que ganás el paciente va a estar vivo, puede tener unas complicaciones a corto plazo pero a los cuatro o cinco meses termina todo y el paciente tiene que estar bien y aumentar las posibilidades de curación.

Ahí el Estado es cuando más tiene que estar, intentando que se cure, y articulando más que nada en que esté lo que se necesita. Los centros de terapia siempre tienen problemas, pero ya arreglaron con el Banco de Drogas para que lleguen temprano las drogas de quimioterapia y los tratamientos hormonales a largo plazo. Se necesita eso para tratar de curar a la mayor cantidad de gente.

¿Cuál es la situación de Saladillo en cuanto al cáncer de mama?

Estamos vigilando a los grupos de riesgo, pero trabajando casi normalmente. Normalmente en cuanto a la forma y cantidad de gente. Hay muy poca demanda, la gente viene muy poquito, sólo a renovar medicación o traer estudios que venían pateando desde hace muchos meses. Tienen miedo, más allá que nosotros les contamos que estamos bastantes aislados. Las quimioterapias continúan igual, tuvimos un problema cuando Olavarría tuvo un pico de casos que nos dimos cuenta que había 10 pacientes nuestros haciendo radioterapia en allí.

Todos los tratamientos, tanto paliativos como adyuvantes, es decir con intención curativa, se hacen acá: tenemos los sillones de tratamientos, cualquier urgencia que pase lo podemos resolver, y todo el tipo de drogas y complicaciones asociadas a la quimioterapia también; la baja de defensas, caída del cabello, náuseas y vómitos. Todo esto se puede controlar con medicación y en Saladillo, no se tiene por qué viajar.

Lo que siempre tratamos es que el paciente utilice los grandes centros de La Plata y Buenos Aires cuando haya que usarlos: por ejemplo, una cirugía con reconstrucción mamaria, por un tumor muy grande… y bueno, lo ideal es ir a una ciudad grande.

¿Cuánto influye el género en la aparición de un cáncer de mama?

Casi siempre uno habla de la mujer biológica y fenotípicamente mujer, que es hablar del 99% de los cánceres de mama: hay un 1% que son los varones, que son biológicamente y fenotípicamente. Habitualmente, es mucho más frecuente que ese varón tenga un síndrome hereditario, que no sea un caso aislado y no tenga que ver con las hormonas.

Se pueden dosar los genes que favorecen ese tumor de mama: hoy estamos dosando nosotros, no acá sino que derivamos a asesores genéticos que trabajan gratis con el Instituto Nacional del Cáncer, lo mandamos a La Plata y ellos hacen el dosaje gratis con toda la población. Te sacan sangre para ver si tenés los genes que predisponen el cáncer de mama.

El varón biológico que se hace mujer, habitualmente toma estrógenos. En ese caso, el varón que toma estrógenos para ser fenotípicamente mujer, si toma más de cinco años –que habitualmente son muchos más- después de los 50 años tiene que hacerse un screnning para el cáncer de mama. La mujer biológica que se hace varón toma testosterona, habitualmente, entonces en ese caso no habría un riesgo mayor, pero como biológicamente es mujer, tiene el riesgo de todas las mujeres de cáncer de mama, y a partir de los 40 o 50 años debería empezar a hacerse todas las mamografías. Todos tienen que estar incluidos en la prevención.

¿Qué pasa con el cáncer de mama y la pandemia?

Me apoyo en búsquedas bibliográficas para estar al tanto, y lo que se vio es que aquellos pacientes que tienen mayor riesgo son los de edad avanzada, equivalente a alguien de 70 u 80 años, con metástasis fuera de la mama y que están en quimioterapia, es decir inmunocomprometido. Normalmente son los que más cuidamos de todo, sobre todo de no contagiar a uno de ellos porque es un grupo que tienen mucha mortalidad.

Todas las mujeres que vienen a hacer quimioterapia con intención adyuvante, es decir curativa, no tienen mayor mortalidad, es decir que no habría problema. De todas formas nosotros nos aislamos, antes estábamos entre cirugía y clínica, y ahora estamos alojados en donde era cardiología. Hasta ahora, desde marzo, se ha infectado un paciente nuestro que falleció por progresión de enfermedad, no por Covid. Y ahora tenemos otro paciente complicado con Covid, en Ituzaingó.