En Saladillo: Les dejaron un puma de dos meses lo habían capturado para que sea su mascota

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El cachorro había sido capturado por un grupo de trabajadores rurales que intentaron tenerlo de mascota. Como no pudieron hacer que coma, lo llevaron a una comunidad de rehabilitación para animales.

Los profesionales que trabajan en un centro de rehabilitación de fauna recibieron un cachorro de puma de dos meses que había sido capturado y mantenido en cautiverio por un grupo de trabajadores rurales que pretendían tenerlo como mascota.

Javier Beruhard es uno de los veterinarios de Aliwen, un núcleo de rehabilitación y mantenimiento de fauna que desde hace un año se dedica a la recepción de todo tipo de animales, tanto provenientes de tráfico de fauna, como de mascotismo y especies de ejemplares silvestres que aparezcan heridos.

Hace poco más de una semana, llegaron al establecimiento un grupo de trabajadores rurales de un campo ubicado entre los partidos de General Alvear y Saladillo, con un cachorro de puma de dos meses.

Javier contó cómo fue que el ejemplar llegó a las manos que finalmente lo acercaron al centro. “Encontraron en el campo un ejemplar adulto, una hembra  con su cría. La hembra huyó y ellos capturaron a la cría. Su intención era tenerla de mascota”, relató el veterinario.

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“Las personas que lo encontraron intentaron equivocadamente tenerlo como mascota; percibiendo posteriormente el error cometido, recurrieron a nosotros para ubicar al animal”, relató el profesional y agregó: “Entre otros motivos, nunca consiguieron que comiera y se dieron cuenta de que iba a ser muy difícil de controlar en breve o muy peligroso para ellos y terminaron decidiendo llevarlo al núcleo de rehabilitación”.

“El tiempo transcurrido desde la captura y la actividad laboral reiniciada en el campo en cuestión nos hizo desestimar un intento inmediato de devolución, considerando la probabilidad de permanencia de la madre como muy improbable o directamente nula”, aseguraron desde la institución que hoy busca encontrar un lugar que cuente con instalaciones adecuadas para un animal de esa especie.

“Ahora que es pequeño, pudimos acondicionar un recinto bastante bueno para él, pero que le va a resultar totalmente insuficiente en unos meses, en base a su crecimiento y sus requerimientos”, aseguraron a través de las redes sociales.

Finalmente, Javier contó una problemática que hay en la Provincia de Buenos Aires con respecto a este tipo de ejemplares: “Hoy en la provincia no existe ningún lugar que trabaje con la recuperación de estos felinos silvestres”, advirtió, tras explicar que en territorio bonaerense no hay personal capacitado ni experiencias previas para hacer el proceso de rehabilitación con devolución de los especímenes a su hábitat natural.

Es que, además, existe un dilema para las autoridades provinciales a la hora de evaluar la reintroducción de un puma silvestre, que tiene que ver con que -según relató- la mayoría de la población rural de los territorios donde aparezcan los ejemplares va a querer cazarlos.

«Nos tendremos que acostumbrar en Buenos Aires a que el puma ha regresado a nuestra provincia, y este conflicto va a hacerse cada vez más recurrente», señalaron desde Aliwen y agregaron: «El puma está, ahí, en la llanura de Buenos Aires, aunque no lo veamos y para mucha gente sea difícil creerlo todavía. Y el desafío va a ser poder convivir con el puma, sin correrlo ni exterminarlo… ni encerrarlo tampoco, aunque esa última sea la única alternativa que hoy tenemos para este individuo».

Fuente: infocielo