
“el 29 de mayo de 1969 se producía en córdoba un alzamiento popular que se conoció como el Cordobazo. los hechos aceleraron la caída del dictador Onganía que pretendía quedarse 20 años en el poder” Carlos Antonio Gorosito.
“El 28 de junio de 1966 se daba en el país un nuevo Golpe Cívico- Militar en la Argentina, ese día la FFAA derrocaban al Gobierno Constitucional que encabezaba el radical Dr. Arturo H. Illia. El país tenía por entonces una economía sana, una política educativa relevante, como así también el ámbito de la Salud, importante logros en la política Internacional (Resolución 1065 de las Naciones Unidas que reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre el Reino Unido y la Argentina en torno a las Islas Malvinas. De igual manera, reconoció que el caso de las Malvinas se encuadra en una situación colonial) y si bien es cierto que Illia había sido elegido con el peronismo proscripto iba avanzando en el levantamiento de la proscripción. Además su gobierno no tan en lo personal, es decir en la figura de Don Arturo, sino en su conjunto era un gobierno ejemplar por su austeridad y sus valores morales. Su gobierno había herido fuertes intereses económicos. Illia era acusado de “tortuga” sus detractores querían simbolizar la lentitud e ineficacia de un gobierno a todas luces eficaz. El Golpe Cívico- Militar lo encabezo un General admirador de José Antonio Primo de Rivera líder de la Falange Española. Ese General se llamaba Juan Carlos Onganía y aspirada a quedarse 20 años seguidos en el Gobierno. Tenía caprichos como llegar a la Sociedad Rural en carruaje cuál Emperador Romano entrando al Coliseo. Inmediatamente inicio un Gobierno Antipopular que se manifestaba en una economía al servicio de los sectores más concentrados y estaba encabezada por Adalbert Krieger Vassena. Hubo congelamientos de salarios, disolución de los partidos políticos, censura de artistas, represión e intervención de las Universidades, hay una fecha el de 27 de julio de 1966 que se hizo celebre como “La Noche de los Bastones Largos” porque la Guardia de Infantería entro a los bastonazos en la Universidad en particular en las Facultades de Ciencias Exactas y Filosofías y Letras y apalearon a los estudiantes y docentes destruyendo bibliotecas y laboratorios. Investigadores de alto nivel intelectual y docentes fueron obligados a exiliarse. El 12 de septiembre de 1966 fue asesinado por la Policía en Córdoba el obrero y estudiante radical Santiago Pampillón militante estudiantil del radicalismo en lo que posteriormente se conocería como Franja Morada. El 15 de Mayo de 1969 fue asesinado por la Policía de Corrientes Juan José Cabral, el “Chelo», que fue un estudiante reformista de medicina argentino, durante una pueblada conocida con el nombre de Correntinazo. Mientras que Adolfo Ramón Bello un estudiante argentino del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario, fue asesinado por un agente de policía mediante un balazo en la frente durante una pequeña protesta estudiantil. La indignación general causada por el asesinato desencadenó el Rosariazo, una importante pueblada contra la dictadura militar dirigida por el general Juan Carlos Onganía. El clima social se iba poniendo muy tenso en el país. En el año 1969 se exhibía en argentina la Película “Z” del griego Konstantinos Gavras, más conocido como Costa-Gavras, la película relata la historia del asesinato de un griego liberal y en Córdoba cada vez que se exhibía se convertía en escenario de ruidosas expresiones contra el régimen. El 12 de mayo de 1969 la dictadura sancionó la Ley 18.204 estableciendo un régimen de descanso semanal uniforme en todo el país. La ley garantizaba el descanso continuado a partir del sábado a las 13 horas (sábado inglés) y todo el domingo, con una jornada semanal de 48 horas. En Córdoba, ya existía el sábado inglés desde la ley provincial 3546 de 1932, pero con una jornada semanal de 44 horas, razón por la cual la ley de Onganía aumentaba cuatro horas, casi un 10%, la jornada semanal. El aumento de la jornada laboral cordobesa, produjo en gran descontento en las filas obreras y el inicio de una serie de movilizaciones, huelgas y asambleas que desembocarían en el Cordobazo, incluyendo una huelga general declarada por las dos CGTs, para el día 30 de mayo.
También los metalúrgicos estaban en conflicto debido a las llamadas «quitas zonales», una facultad concedida por la dictadura a los empresarios, para realizar en algunas provincias, descuentos sobre el salario pactado en las convenciones colectivas nacionales. El jueves 29 de mayo de 1969 el pueblo cordobés reacciono y salió a las calles, allí estaban Agustín Tosco encabezando el Gremio de Luz y Fuerza, Atilio López al frente del Sindicato del Transporte y Elpidio Torres con los mecánicos de Smata. Salieron Obreros y Estudiantes. Se abrieron varios frentes en la ciudad, las columnas de obreros avanzaban, la policía se vio cercada y retrocedía y empezó a realizar disparos y cayó muerto Máximo Mena. La revuelta fue tan grande que Córdoba estaba convulsionado, hecha un caos. Según cuenta el periodista Carlos Sacchetto que hace 50 años iniciaba su carrera periodística en la Redacción de Radio Universidad de Córdoba:” Al mediodía, las barricadas humeantes eran incontables y a pesar de la tragedia el ánimo de mucha gente revelaba una mezcla de triunfo y estupor. Desde los edificios de la avenida Colón señoras de clase media arrojaban trapos, almohadas y hasta alguna mesita de luz para que los manifestantes alimentaran el fuego de las barricadas. Todo un fenómeno social que, en ese momento, era sorprendente. Se oían detonaciones en distintas zonas de la ciudad. La policía, vencida, también contaba sus bajas. Los camarógrafos de la televisión, con cascos blancos y las viejas Bolex a película de 16 milímetros, abrían sus objetivos a una realidad indescriptible. Sin embargo, eso estaba ocurriendo, y ocurría en Córdoba.
Recién a las 4 de la tarde las tropas del ejército salieron de los cuarteles del Tercer Cuerpo para avanzar sobre la ciudad. La marcha fue lenta, ocupando posiciones y con poca resistencia. Algunos francotiradores en el barrio Clínicas demoraron aún más la llegada de los efectivos al centro, donde ya sobre el atardecer, muy poca gente quedaba en las calles. Se oían disparos aislados y un comunicado del Ejército impuso el toque de queda. La noche del 29 al 30 fue eterna. Desde lo alto de algunos edificios se disparaban armas de bajo calibre y la réplica militar, a ciegas, le ponía sonido de guerra a la vigilia. En las redacciones la guardia fue permanente durante tres días. El viernes 30 sólo unos pocos intentaron rearmar barricadas, pero la presencia militar los disuadió rápidamente. La sociedad cordobesa contemplaba azorada el escenario de la batalla. Recién el domingo la limpieza estuvo concluida. “Debo agregar que Marcelo Terza, de 24 años, turista hospedado en el céntrico Hotel Sussex, fue asesinado el 30 de mayo por el Ejército al asomarse a su ventana. Inicialmente el III Cuerpo informó que se trataba de un francotirador que operaba desde el Hotel Sussex y luego se descubrió que era un turista. El movimiento popular del 29 de mayo de 1969 obligaría al poco tiempo que Onganía fuera desplazado por sus propios camaradas por el Gral. Roberto M. Levingston y este tiempo después por el Gral. Lanusse que se vio obligado más adelante a llamar a elecciones para marzo de 1973. Hoy 29 de mayo de cumplen 50 años de aquel movimiento popular que fue conocido como el Cordobazo”. Carlos Antonio Gorosito, Ex – Intendente Municipal (1991-2015), Ex – Presidente del Comité de la Pcia. de Buenos Aires de la UCR (2005-2007),Saladillo 29 de Mayo de 2019.