Alejandro “Titán” Armendáriz, un elegido por la historia

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UCR – SALADILLO

Hoy recordamos y celebramos el Centenario del natalicio de Alejandro “Titán” Armendáriz. Se cumplen 100 años del nacimiento del saladillense quien fuera primer gobernador tras el retorno definitivo de la Democracia.

Nació el 5 junio de 1923, hijo de nuestra ciudad, apasionado por la política y la medicina. En ambas materias se lo recuerda con la misma grandeza y humildad, con su reputación y sencillez y sobre todo con su sentida calidez humana.

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Pero indudablemente su legado histórico lo posicionará siempre como el Gobernador de la democracia recuperada, cumpliéndose este año el 40 aniversario de esa gesta cívica.

Su familia, sus amigos y sus colaboradores a partir del 10 de diciembre de 1983 abrazaron junto a él, un desafío “Público” trascendente.

“Titán” Armendáriz fue autor material de la reconstrucción institucional de la provincia de Buenos Aires. Garante indispensable del respeto a la condición republicana y responsable de ejercer con ejemplaridad la función pública en el resurgimiento democrático.

Así fue que en su primer discurso como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires expresó:
“No existirá la soberbia en la administración de la Provincia y como hombres educados en y para la democracia haremos un culto al principio de la división de poderes y ello implica el respeto irrestricto a la independencia del Poder Judicial”

A diferencia de nuestros tiempos a “Titán” Armendáriz le tocó gestionar la ola ciudadana más grande de “esperanza política”. Fue el gran servidor público del renacer de la cultura, la educación, la música, el deporte, la vida social y la militancia política. Este boom social se traduce en un conjunto de expectativa que exigían a nuestro «Titán» estar a la altura de las circunstancias.

Fue así que a ese doctor de Saladillo, de campaña pueblo a pueblo y cara a cara, se le depositara lo más sagrado de una nación: la confianza.

Ese domingo 30 de octubre de 1983 lo eligieron 2.805.024 bonaerenses y obtuvo el 51.9% de los votos.

A partir de ahí inició un arduo camino de restauración institucional y puente histórico. Su agenda pública fue claramente de carácter fundacional y reformista.

Fueron innumerables las nuevas reglas de juego que se tuvieron que hacer para poner en marcha la democracia. Pero claramente con eso no alcanzaba.
Se necesitaba salir a demostrar, defender y gestionar una promesa pública que predicaba su amigo, su presidente y líder político Raúl Alfonsín: “Con la democracia se come, se cura y se educa”.
Esta síntesis de plataforma se aferró fuertemente a la idea de una democracia sustantiva que había que materializar.

Fue entonces que ese gobernador, con los formalismos de la época, salió de recorrida, de gestión en gestión, de acto en acto, de evento en evento y de inauguración en inauguración.
Los datos buenos y no tan buenos de su gestión ya están escritos pero la simbología y significancia de su mandato son los que trascienden.

En este sentido es para resaltar que “Titán” Armendáriz fue quien recompuso la diplomacia, representando la democracia bonaerense y reconstruyendo la imagen pública del poder ejecutivo en eventos populares, artísticos, sociales y políticos.

Podemos decir que nuestro querido “Titán” estuvo a la altura de las circunstancias, al frente de las máximas esferas de decisión pública y de poder. Desde ese octubre del 1983 hasta el diciembre de 1987 ejerció con decencia y honestidad incuestionable su gobernación.

La Unión Cívica Radical siempre fue su casa, su escuela, su fe doctrinaria y su bandera, pero su legado no reconoce fronteras partidarias.

Alejandro “Titán” Armendáriz es y será un orgullo saladillense, un referente político y un elegido por la historia Argentina.