Alem e Yrigoyen, los padres del Radicalismo

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La  UCR fue la construcción política más importante que estos dos hombres de nuestra Patria le legaron a la Argentina. Con el radicalismo el pueblo asumió por primera vez al Gobierno, por acción y obra del radicalismo tenemos el voto Secreto Universal y Obligatorio, en cada momento difícil del país estuvo la UCR para sanar las heridas de la República. Cada vez que se violentó la Constitución y las Instituciones Democráticas  estuvo la UCR: el inmenso legado de Alem e Yrigoyen. Fue refugio y tribuna de la  Patria avasallada. Fue  junto al pueblo el actor principal para la recuperación de  la vida democrática en nuestro país en 1983, y de la mano de Raúl Alfonsín nos trajo nuevamente la Democracia, y esta vez para todos los tiempos. Como decía Oscar Wilde los grandes hombres son aquellos que  dan las grandes respuestas antes de que las grandes preguntas estén formuladas. Alem e Yrigoyen  sabían que la Argentina iba a necesitar de un Gran Partido Político por eso crearon a la UCR.  Nosotros hoy como herederos de ese Gran Legado Histórico, debemos redoblar nuestros esfuerzos militante para  fortalecer al radicalismo, para mantener la identidad partidaria, para que la UCR no se convierta en ninguna línea interna de ninguna construcción política, para que desde la UCR podamos eso si servir a una construcción política que tenga como valores prioritarios la defensa de los valores republicanos, la moral pública y la protección de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. La historia y los valores de la UCR no se regalan, tampoco se olvida, se los milita. Nuestra responsabilidad es hoy honrar la memoria de Alem e Yrigoyen y naturalmente debemos hacerlo con la mirada puesta en el Siglo XXI, en este tiempo, y no solo con apelaciones a nuestro rico pasado. Ellos nos marcaron un camino, ahora nosotros debemos ensanchar el horizonte de  lo posible y hacer realidad esa Argentina justa, soberana e igualitaria que ellos soñaron. Los radicales nos disponemos a lograr la  Argentina Soñada en honor a Alem e Yrigoyen y otros tantos hombres y mujeres que dieron su vida por el partido y la Patria.» Carlos Antonio Gorosito