Boliches santafesinos decidieron premiar a los conductores designados

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Desde el municipio de la ciudad de Esperanza se realiza una importante iniciativa contra el alcohol al volante. En conjunto con distintos boliches locales, se decidió premiar al “conductor designado” a la salida de los locales y, durante la noche, obtienen algunos beneficios.

¿Cómo funciona?

En la entrada del boliche, se le coloca una pulsera a aquel designado para manejar. Con este elemento en su muñeca, puede adquirir agua y gaseosas de manera gratuita. A la salida, si el control de alcoholemia le da 0, el conductor es condecorado con una entrada para el próximo fin de semana.

Pero, en función de generar conciencia a la hora de conducir responsablemente, se implementaron, además, diversos sorteos. Algunos de los premios pueden ser televisores, tablets, consolas de videojuegos y demás.

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Siniestros viales en la provincia

Se debe recordar y tener presente que los siniestros viales y de tránsito, son la primera causa de muerte en jóvenes. Según las estadísticas sobre accidentalidad vial en la provincia de Santa Fe presentadas por la Agencia Provincial de Seguridad Vial, aproximadamente un cuarto de las personas que fallecen en este tipo de siniestros, son menores de 20 años y casi la mitad tiene menos de 30 años de edad. Según la misma fuente, si se toman en cuenta los datos de personas fallecidas hasta los 39 años, encontramos que el 60,8% de las víctimas fatales son menores de 40 años.

Un dato relevante de este estudio, del que participan también los servicios de Salud provinciales y la Policía, indica que los días sábado y domingo registran la mayor cantidad de accidentes con víctimas fatales, y en las franjas horarias comprendidas entre las 20 y las 08, que corresponden a los desplazamientos en horarios nocturnos.

La ingesta de alcohol produce una depresión del sistema nervioso central, lo que deteriora la función psicomotora, la percepción sensorial (vista y oído), y modifica el comportamiento del individuo, que muchas veces se traduce en una falsa sensación de seguridad y una toma de mayores riesgos, por fallas a la hora de su percepción.

Su uso es un hábito socialmente aceptado, e incluso promovido por diversos y atractivos anuncios de la sociedad de consumo, y constituye para los jóvenes un falso símbolo de iniciación en la vida adulta. Es fácilmente accesible y tiene la capacidad potencial de crear dependencia física y psicológica. Es importante saber que no existe un método instantáneo para que la alcoholización desaparezca. Las duchas frías, los ejercicios, el café, el aire fresco, etc., no logran reducir los efectos.