Curiosidades: El increíble imperio de Michael “Su Majestad” Jordan

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Es el mejor basquetbolista de todos los tiempos, ganó 98 millones de dólares como jugador, pero al retirarse aumentó su patrimonio. Su fortuna es de 1.600 millones y la rompe en los negocios.

La historia de cómo Michael Jordan se convirtió en el deportista más rico del mundo: “Fallé más de 9.000 tiros en mi carrera. Perdí casi 300 partidos. 26 veces me confiaron el tiro ganador del juego… y fallé. Fallé una y otra vez en mi vida. Y es por eso que tengo éxito”

Su manto de oro fue vital para que la NBA se expanda internacionalmente y para que las cadenas de televisión generen ingresos nunca antes vistos con su imagen y, por supuesto, sus encuentros.

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Participó en las cuatro finales de la NBA con mayor audiencia de todos los tiempos, con un máximo de 29 millones de espectadores por partido en 1998 y cuando abandonó definitivamente Chicago Bulls en su segundo retiro, la audiencia de la instancia decisiva cayó un 45%.

De hecho, en las dos décadas siguientes la NBA ni siquiera se acercó, y las finales de mayor audiencia fueron las de 2016 y 2017 entre Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors, que tuvieron aproximadamente 20 millones de espectadores cada una.

¿Cómo logró todo esto el número 23?

Los ingresos anuales de su Majestad  se redujeron tras su segunda retirada de la NBA luego de su paso por los Bulls en 1998, pero se dispararon en la última década gracias a las sólidas ventas de la marca Jordan de Nike.

A lo largo de casi cuatro décadas, ganó 1.700 millones de dólares (sin contar los impuestos) fuera de la cancha gracias a sus acuerdos con Nike, Coca-Cola, McDonald’s, Wheaties y Chevrolet, entre otras, y aún sigue patrocinando a la mayoría.

Dentro de toda esa parafernalia de números y empresas, Nike siempre su mayor patrocinador.

Su contrato inicial de cinco años, firmado en 1984, y que jamás se hubiera firmado de no ser por la insistencia de sus padres, ascendía a 500.000 dólares anuales, más los derechos de autor.

Nike convirtió la marca Jordan en un enorme negocio independiente, con 3100 millones de dólares de ingresos al por mayor en el año fiscal que terminó en mayo de 2019, un 10% más que el anterior.

Por otro lado, y volviendo al pasado, Jordan esperaba asumir nuevamente su papel de ejecutivo y propietario de Washington Wizards cuando se retiró definitivamente en 2003, pero el entonces dueño de la franquicia, Abe Pollin, lo obligó a marcharse.

Tres años más tarde regresó al juego, comprando una participación minoritaria en Charlotte Bobcats, que luego pasó a llamarse Hornets. En 2010 se hizo con el control mayoritario del equipo en una operación valorada en 175 millones de dólares que se financió en gran parte con deuda, y con el tiempo elevó su participación al 90%.

Además, participó a título individual en rondas de financiación de Sportradar, un proveedor de datos deportivos con sede en Suiza; la marca de auriculares Muzik; Gigster, un mercado con sede en San Francisco para talentos tecnológicos autónomos y aXiomatic.

Sus reglas son claras y su filosofía económica se basa en siete principios:

1) La diversificación de los flujos de ingresos puede ser muy rentable.

2) Una fuente de ingresos secundaria puede llegar a ser más valiosa que tu fuente de ingresos principal.

3) No hay razón para limitarse a una o dos inversiones principales.

4) Los bienes inmuebles como inversión tienen el potencial de ser contraproducentes.

5) Si vas a invertir en un inmueble de lujo, preparate para afrontar algunos de los costos invisibles de poseer una mansión, que pueden ascender fácilmente a cientos de miles de dólares.

6) Invertir demasiado dinero en el diseño de la casa de tus sueños no siempre es una buena decisión, sobre todo cuando se trata de poner después el inmueble en el mercado.

7) La más importante: las grandes apuestas pueden dar resultado, a lo grande.

Con Michael Jordan nada es casualidad.

En la cancha como en la vida, buscando ser el mejor con ética, inteligencia y esfuerzo

Un ejemplo para todos.