Desigualdades que dejaran huella

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 Pocos han mencionado el hecho de que en esta cuarentena, se ha incrementado una brecha que desde comienzos de la era digital, se busco reducir.

En la sociedad actual existen dos tipos de actores en escena, que son, los “Nativos Digitales” y los Inmigrantes Digitales”. Marc Prensky (escritor y conferencista americano), hizo hincapié en la diferenciación entre aquellos “Nativos Digitales”, que nacieron con la posibilidad de acceder a la tecnología y los de la época pasada en donde hoy son considerados “Inmigrantes Digitales”.

  La brecha anteriormente mencionada, se está ampliando y puede ser observada a simple vista. Citando el ejemplo, que, Dario Sztajnszrajber (Filosofo, docente y ensayista), brindo en una conferencia, donde expresa que la educación es uno de los ámbitos en donde la tecnología está mostrando la gran brecha que existe entre alumnos y docentes,  originándose gracias a que existe una distinción en épocas de educación, cultura, avances tecnológicos y la modernización como efecto constante. Como consecuencia, se generan problemas a la hora de enseñar, ya que la cultura educativa de los profesores fue formada desde otro ámbito, forma y con otros recursos a los cuales hoy conviven los jóvenes.

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Al hablar de desigualdad, destaco dos problemáticas: analfabetismo tecnológico y desigualdad económica.

 Para hablar de estas dos cuestiones, se debe dejar en claro que, la alfabetización tecnológica se construye desde la llamada ideología del mercado, la cual actualmente está configurada por los sectores industriales, financieros y de las empresas pertenecientes a la nueva economía. La sociedad de la información necesita una población alfabetizada, en el uso de las tecnologías digitales que pueda producir y consumir bienes. Sin mano de obra cualificada, sin trabajadores formados en la cultura y tecnología digital, no podrán desarrollarse empresas y servicios de consumo propios de la sociedad de la información.

 Por otra parte, sin consumidores alfabetizados tecnológicamente, no se podrá acceder a los productos que oferta la nueva economía y, por lo tanto, no podrán consumir. Este modelo o perspectiva del desarrollo social y educativo ante las nuevas tecnologías defiende la necesidad de la formación y alfabetización tecnológica como una necesidad del mercado.

 La educación, en esta posición, es un instrumento para la emancipación y el desarrollo colectivo de los individuos y grupos humanos, y no exclusivamente un recurso necesario para el aumento de la productividad económica.

La desigualdad social (en este caso, escases de recursos económicos para acceder a la tecnología), es producida por un Estado “democrático” , que debe hacerse cargo del equilibro y la cohesión social. Si la presencia de las llamadas nuevas tecnologías en la sociedad representa un nuevo factor de desigualdad social y cultural, el Estado debe intervenir a través de la planificación y desarrollo de políticas que compensen educativamente las desigualdades tecnológicas de los grupos sociales más desfavorecidos.

Las desigualdades económicas, son las generadoras de la mayoría de las cuestiones del porque existe tanto la analfabetizacion tecnológica. Justamente por esto, es que, el Estado debe generar bases sustentables para terminar con estas problemáticas y la cuestión de la «democracia le gana a la desigualdad», ya que hoy conviviendo en un sistema democrático, sigue existiendo de igual manera la desigualdad, la marginación como elemento secundario y la analfabetización consecuencia de la economía y políticas de Estado actuales.

En mi opinión,  se necesita de un largo y duro proceso,  siendo necesarias nuevas políticas de igualdad de oportunidades de acceso a la Web, acompañado de prácticas y acompañamiento educativo, como una opción factible para hacer frente al objetivo de achicar la brecha digital y mejorar la inclusión social.

Si bien se plantea a Internet como un gran impulsor del progreso, se entiende que la accesibilidad no es un fin en sí mismo. La conectividad a Internet debe pensarse más bien como un facilitador de acceso a beneficios, oportunidades y herramientas que aumentan tanto la calidad de vida del ciudadano como su inclusión social.

Finalizando, se debe tener en cuenta que, aunque existen hábitos que son muy difíciles de cambiar para aquellas personas que nacieron antes de la revolución tecnológica. En la actualidad, personas de edad adulta muchas veces optan por lo conocido casi de manera natural,  y jóvenes a las nuevas alternativas que nos propongan cambios y mejoras evidentes en nuestra realidad. La juventud desea adquirir algo hoy en día, repasa diversas opciones, que van desde la observación de lo atractivo a lo adecuado.

La tecnología, si bien arrasa con lo conservador o antiguo e implementa modernismo como algo progresista, no significa que, utilicemos formas tradicionales para expresar valores modernos y tecnologías modernas para expresar conceptos y comportamientos tradicionales.

Por: Matias Miguel