En el primer acto de su visita al país, en un discurso ante las autoridades en la Casa de la Moneda (sede del Ejecutivo), el Papa dijo: «No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia».
«Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedirperdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir», señaló Francisco, quien evitó decir la palabra abusos.
Francisco llegó este lunes a Santiago de Chile, a media semana visitará las ciudades de Iquique y Temuco y el jueves viajará a Perú, donde estará tres días.
La visita ha generado protestas en ambos países de grupos laicos e indígenas, así como de víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes de la Iglesia.
El viernes en la madrugada, grupos no identificados atacaron cuatro iglesias católicas en Santiago de Chile y dejaron amenazas al papa Francisco.
Según la encuestadora Latinobarómetro, que tiene sede en Santiago, Chile es el país donde más desconfianza genera la Iglesia en la región.
