La marcha pasará por la Catedral pero incluirá además otros sitios de denuncia como los Tribunales federales y los provinciales y culminará en el Monumento a la Bandera. Es el evento de cierre del encuentro, que dura tres días.
«Es la marcha más numeroso de la historia. Me pone la piel de gallina ver esta convocatoria, estamos muy orgullosas. Somos más de 70 mil mujeres en la calle, gritando juntas contra las violencias que vivimos»,
Los reclamos de la marcha son diversos: contra la violencia de género, a favor de la igualdad de condiciones laborales y por la legalización del aborto, entre otros.
La mayor parte de las manifestantes viajaron el viernes a Rosario, cuya capacidad hotelera quedó completa. Desde ayer se celebran talleres sobre diferentes temáticas que atañen a las mujeres. Además de los talleres y la marcha, en el encuentro también se realizan actividades culturales como conciertos y obras de teatro. El tema central son los derechos de las mujeres.
En Rosario hubo expresiones de descontento con la marcha, ya que durante anteriores encuentros se registraron incidentes. La semana pasada aparecieron en las calles rosarinas pancartas que pedían paz durante la manifestación. Desde la organización dijeron que su intención es transmitir sus reclamos de manera pacífica, aunque reconocieron que puede haber grupos que promuevan focos de violencia en la manifestación.
Hoy, antes de la manifestación, militantes de la agrupación de izquierda Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) bailaron semidesnudas frente a la Catedral de Rosario para reclamar la legalización del aborto. Cuestionaron a la iglesia católica y al Gobierno nacional, principalmente por los subsidios a ese culto religioso.
La consigna Ni una menos también estuvo presente en la marcha del Encuentro Nacional de Mujeres.
Ayer, durante la inauguración del ENM, la explanada del Monumento Nacional a la Bandera quedó colmada por mujeres que viajaron a Rosario de manera independiente o en el marco de organizaciones políticas, especialmente de izquierda, como la agrupación de mujeres Pan y Rosas del PTS y el Frente de Izquierda.
«Todas somos necesarias para transformar nuestra realidad», fue una de las frases del documento que leyeron las organizadoras que sintetizaba la presencia de trabajadoras, desocupadas, sindicalistas, estudiantes, amas de casa, inmigrantes, campesinas, de los pueblos originarias, profesionales, docentes, familiares de víctimas de gatillo fácil, mujeres trans, mujeres en situación de encierro, integrantes de organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos, barriales, entre otras.