Jorge Lanata ganó con Periodismo Para Todos (El Trece). El ciclo estaba nominado como Mejor programa periodístico, y triunfó en ese rubro de los Martín Fierro 2016. Fiel a su estilo provocador, el conductor tenía un discurso con contenido político preparado, y con la idea de leerlo subió al escenario. «No se asusten, son nada más que 30 hojas», bromeó, entre risas. En ese momento, desde el fondo del salón del Hotel Hilton en el que se realizó la ceremonia, comenzaron a escucharse silbidos.
«Si lo quieren hacer acá, adelante mío, yo no tengo problema. Los invito», desafió el periodista. Y agregó: «Chicos, no es para pegarle a nadie. Es para que vengan y tengan las bolas de chiflarme. Ahí en el fondo cualquiera chifla».
Luego, lejos de achicarse, Lanata comenzó con su discurso. «Con las disculpas a los presentes por los imbéciles de atrás, este país está como está muchas veces porque nos callamos la boca cuando un pobre imbécil nos patotea», aseguró. «Lo que yo quiero decirles es lo siguiente: había bóvedas, bolsos con euros, estancias, evasiones millonarias, eran socios. Eran socios. Escuché a mucha gente decir lo contrario durante 12 años. ¡12 años! Respondían como fanáticos. Nos insultaron, se rieron de nosotros. Dijeron que habíamos frivolizado todo. Es más, muchos de ellos ahora están acá y hablan como si recién llegaran al país», puntualizó.
Después, empezó a enumerar con ironía a quiénes les dedicaba el premio: «A Cristóbal López y Fabián De Sousa, a Lázaro y Martín Báez, a Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, los dueños de Radio del Plata, también a la procuradora Gils Carbó, al fiscal Gonella y «Tortuga» Casanello, que ahora hace como que corre, a Hora Verbitsky, que escribió hoy a la mañana que la corrupción es un pretexto, a Sergio Szpolski y Diego Gvirtz, y paro acá porque si no estaríamos hasta las 3 de la mañana».
«Quiero que mis hijas, Lola y Bárbara, crezcan en un país en el que vayan presos todos los que tienen que ir y devuelvan lo que se robaron. Gracias», cerró.
