Muchachooos… ¡¡somos grandes!!

Development and manufacture process of a new vaccine. Final production of filled vials of Covid-19 vaccine. Bio science 3D illustration.
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Por: Luis Darío Nagore

Días atrás un Agrupación Política de nuestra localidad, informo que saldría a informar a la
población, que ya se encuentran disponible y sin necesidad de turnos, las vacunas para
COVID 19, para toda la población.
Por cierto es una buena noticia, que salva en parte el error inicial de presumir que todas
las personas tenían acceso a medios como Smartphone o una PC para reservar un turno
para tan esperado medicamento, propiedad de los ciudadanos, no de ninguna facción
política.
Claro está, los militantes de este partido salen a comunicar la buena noticia de que hay
vacunas, estando ya en campaña política eleccionaria (no lo digo yo, lo dijo el Ministro
Cafiero), y subidos a caballo de ellas; hecho en mi consideración, muy lamentable.
Ya somos grandes, hemos aprendido un poco de la vida Democrática de nuestro país y
experimentamos que no todo pasa por una situación electoral; con lo cual sugiero que
cuando golpeen las puertas para anunciarnos la buena nueva, no nos olvidemos de
preguntar ¿por qué no llegaron vacunas antes?, ¿por qué esa demora hizo que
fallecieron seres queridos, conocidos y amigos, de 50 largos, como Roberto, Carlos o
Verónica, y otros?
, y por las dudas pidámosle que nos indiquen ¿ cuando se vacunaron ?;
alejando esos rumores de pueblo chico, donde se comentó de personas que se habrían
vacunado sin que le correspondiere.
Quienes hacen campaña, ahora con beneficios, deben asumir también los quebrantos
anteriores.
Les sugeriría a estos militantes que anunciarán las posibilidades de que todos se puedan
inocular, lo cual es una excelente noticia, que observen primero el ánimo de la gente,
digo, para evitar un mal momento.
Es difícil opinar desde el enojo, pero creo que no debiéramos perder de vista que si
alguien falleció debido a demoras en la adquisición, recepción y aplicación de las
vacunas, por cuestiones especulativas políticas, comerciales y/o ideológicas, los
responsables de esos hechos deben ser castigados penalmente.

Por otro lado, no alcanza el peso “moral” como castigo para aquellos que por algún tipo
de privilegio, se vacunaron en tiempos que no les correspondía, ello mostraron desinterés
por el otro; pese a que muchos tenían una formación adecuada como para hacerlos
pensar dos veces sobre lo que hacían, y podían diferenciar desde la ética y la moral, que
es lo que estaba bien y lo que estaba mal.
¿Será necesario nuevamente la imposición del viejo dicho basado en el título de una
canción del Juan Vattuone, “Ni olvido, Ni perdón”?