El caso y el fallo:
El episodio de violencia de género que conmocionó al país, la muerte de Lucía Pérez (16), tuvo una resolución judicial no menos conmocionante: el caso se quedó sin culpables, ya que todos los imputados fueron absueltos del delito de abuso sexual seguido de muerte, porque no se pudo probar durante el debate oral. En cambio, la Justicia los encontró culpables por venta de drogas.
Los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas condenaron a Matías Farías (25) y a Juan Pablo Offidani (43) por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”.
Les dieron a cada uno la pena de 8 años de prisión, más una multa de 135 mil pesos. El tercer imputado, Alejandro Maciel (61), imputado por encubrimiento, fue absuelto.
Fue a partir de las drogas que la adolescente y Farías se conocieron. Un día antes de su muerte, el 7 de octubre de 2016, Lucía le había comprado -fiado- un cigarrillo de marihuana. A la mañana del otro día, junto a Offidani en su camioneta, la pasaron a buscar por su casa, encuentro que habían acordado por chat. Horas después, la chica estaba muerta.
En la misma camioneta, los dos hombres la llevaron desvanecida y se cree que, ya sin vida, a una salita del barrio Alfar. Offidani se fue. Farías se quedó, se ofreció a ir a buscar las pertenencias de Lucía que habían quedado en su casa y, según el fallo, mostró una actitud lejana a la de alguien que hubiera violado y asesinado.
Pronto, Offidani y Farías fueron detenidos por pedido de la fiscal María Isabel Sánchez, a cargo del expediente inicial. En ese operativo, hallaron drogas, cocaína y marihuana fraccionada para la venta. Horas después, la fiscal sorprendió al convocar a una conferencia de prensa y revelar detalles escabrosos. Dijo que Lucía había sido drogada y luego violada con tal violencia que le produjo la muerte. Contó que en su carrera no había visto nada semejante, y que la chica había sido empalada.
Nada de eso se pudo probar en el debate. Media docena de peritos defendió sus informes durante el juicio, y ninguno concluyó que haya ocurrido abuso sexual. Para los jueces, los dichos de Sánchez despertaron “una serie de reacciones de lo más dolorosas, fundamentalmente para los padres de la menor que hasta el día de hoy tienen que llevar a cuestas esta horripilante historia surgida de la propia imaginación” de la fiscal.