El docente universitario Ricardo Galliani realizó la entrega de 3000 libros de su biblioteca personal al Municipio, y presentó ideas para que tengan un fluido contacto con los estudiantes saladillenses y los vecinos en general. “Muchas veces he dicho que los libros son mi gran amor; la lectura, una exquisita pasión. Lo dono a Saladillo con todo el amor que le tengo al pueblo”, expresó.
Entre el material donado, se destacan las obras completas de Sigmund Freud y Jean Piaget: además, muchísimo archivo sobre psicología social, psicología social aplicada, psicología institucional, teoría y técnica aplicada, psicología de las organizaciones, trabajo y salud mental, condiciones y medioambiente de trabajo y salud de los trabajadores, historia del movimiento obrero, muchos de economía y de historia argentina, y entre ellos la colección completa de Elciades Peña y Abelardo Ramos; ecología, epistemología, teoría de la ciencia y metodología de la investigación.
“Esta biblioteca representa 50 años de mi vida, desde que era estudiante hasta que me jubilé, y abarca mi formación universitaria y profesional, y 45 años de docente universitario de grado y posgrado en Argentina y Uruguay. Muchas veces he puesto que los libros son mi gran amor; la lectura, una exquisita pasión. Lo dono a Saladillo con todo el amor que le tengo al pueblo, no significa que en algún punto no me duela, pero la idea es que sea un espacio vivo, no un lugar donde los libros estén colocados nada más”, expresó Ricardo.
Pablo Censi, subsecretario de Cultura y Educación del Municipio, destacó: “Cuando Ricardo se comunicó con José Luis para realizar esta donación, estuvimos viendo opciones para el tamaño de la biblioteca y dónde van a estar alojados, porque la idea no es que solamente sea un lugar de guardado, sino que los libros tengan vida y que haya un fluido un contacto de la sociedad con los saberes de los libros”.
El intendente José Luis Salomón, por último, sumó: “Ricardo nos sorprende muchísimo cada vez que se acerca al Municipio, siempre lo hace con algún acto de generosidad que tiene que ver con estas cosas. Aprendió del padre muchísimas cosas, como todos, pero especialmente el aprendió el cariño por Saladillo. Esto que hoy hace, desprenderse de 50 años de su vida, es un acto de generosidad de una dimensión trascendente: es desprenderse de una riqueza cultural y no todo el mundo lo hace, a veces transitamos la vida y queremos guardar hasta el último día muchas cuestiones materiales sin desprenderse. Esto lo hizo Ricardo Galliani padre en vida, y es lo que hace Ricardo Galliani hijo hoy”.
