En la Expo Joven se encontraron dos Cerebros avanzados para sus «tiempos»

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Tramites cotidianos como ir a una farmacia, un supermercado, preguntar una dirección y hasta presentar una denuncia resultaban casi imposible para personas sordas, debido a que son muy pocas las personas que conocen y entienden el lenguaje de señas. Ante esta imposibilidad, debían recurrir a intérpretes que los ayudaran y esto limitaba su independencia.

Hijo de una intérprete y docente para sordos, Mateo Salvatto decidió, a sus 17 años y en su último año de secundario, diseñar una aplicación para celulares que sirviera de puente para facilitar la comunicación entre sordos y oyentes. Sin decirle nada a su familia, trabajó durante varios meses para armar una primera versión que, cuando estuvo lista, fue presentada a su mamá. Ella se sorprendió ante la idea y el gesto del chico, que ahora es mayor de edad y comenzó la carrera de ingeniería.

En una entrevista con LA NACION, Mateo, su mamá Mercedes y su hermano Augusto , que lo ayuda con la difusión de la APP, contaron cómo surgió «Háblalo » y su idea de que sea traducida a otros idiomas para que puedan acceder, en forma gratuita, personas de todo el mundo.

«Mi mamá siempre luchó por la inclusión de los sordos, entonces escuché eso durante toda mi vida. Siempre me gustó y participé en concursos de robótica en el país y afuera. Cuando terminé el secundario, me di cuenta de que podía ayudar y se me ocurrió la comunidad sorda que es la que más cerca tenía y conocía», explicó el adolescente en su casa en el barrio porteño de Caballito. «Me dolía que ellos no tuvieran acceso a cuestiones básicas como poder llamar a la Policía, una ambulancia o los bomberos», agregó.

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Sobre la previa al nacimiento de «Háblalo», recordó: «Yo se lo comenté un año y medio antes a mi mamá, pero nunca la había hecho. Un día, de la nada, sentado en la mesa a la noche pensé ‘tengo ganas de hacer la aplicación’. No le dije nada a mi familia hasta que terminé la primera versión».

A los poquitos días, les mostró la App a dos amigos sordos de la familia, Fernando y Javier, que se emocionaron porque no podían creer lo que había hecho y cómo funcionaba.

«Yo pensé que iba a ser sólo para mis conocidos, que no lo iba a usar mucha gente, pero en tres meses ya tuvo más de 1500 descargas. Con el tiempo me di cuenta que había hecho algo que servía de verdad. Muchos me escriben para sugerirme cosas para mejorarla. Eso es muy bueno, porque es lo que más me sirve para hacer una versión mejor», contó Mateo.