Algunos de los aspectos que se pide conocer son los días, horarios, frecuencias y paradas con las que cuenta; la capacidad de personas a bordo; qué medidas de seguridad existen, quién realiza los controles de vías y material rodante y con qué periodicidad se llevan a cabo; entre otros.
El legislador, recordó que el servicio de trenes de la República Argentina supo ser un orgullo nacional cuando a mediados del siglo XIX conectaba a todo el país, con frecuencia horaria para pasajeros y con una gran reducción de costos para los productos del comercio. Sin embargo, luego de las privatizaciones de la década de los ´90, el servicio empezó a deteriorarse gradualmente hasta replegarse su uso prácticamente a la capital del país y alrededores.
En este sentido, mencionó que así es como en el interior de la provincia de Buenos Aires, solo la línea Roca continúa prestando servicios y en las ciudades de Saladillo y General Alvear, muchos pasajeros acuden a este tipo de transporte para abaratar costos y poder llegar a la capital a realizar tareas importantes como trabajar, hacer trámites y/o cursar sus estudios.
“Más allá del valor del pasaje, el servicio es deficiente, ya que varios vecinos nos han traído la inquietud de la incomodidad que suscita viajar en tren, el tiempo que demora el viaje, el peligro que conlleva el deterioro de las vías, así como también la falta de seguridad en el mismo y la frecuencia horaria que es mucho menor a la de años anteriores.” expresó Armendáriz al fundamentar el proyecto.
Finalmente aseguró que “es menester que trabajemos en pos de reconstruir lo que fue hace ya más de medio siglo, pero incorporando las nuevas tecnologías que la época ha generado y para ello, debemos contar con un análisis concreto y acertado de la realidad con la que cuenta este transporte, que está más cerca de una parodia que de lo que debe ser un verdadero servicio ferroviario».
